La acusada cumple prisión domiciliaria desde hace casi un año debido a que, tras un proceso de investigación por parte del Departamento de Drogas Peligrosas, se descubrió que existían negocios relacionados con la venta de estupefacientes en el domicilio; situación que se vio agravaba ya que en el lugar, y bajo la tutoría de la madre, uno de sus hijos menores de edad también se relacionaba con el negocio narco.
“Se la agarraron conmigo”
Fue la expresión de la mujer en diálogo con RESUMEN, a la vez que manifestó que la prisión domiciliaria fue una injusticia porque no “tiene nada que ver”. “Desde hace un tiempo nos persiguen por todo, cualquier cosa que pase tenemos la culpa nosotros” manifestó, y agregó: “Mi hijo está internado (por estar en un Instituto de Menores) y así mismo viene la Policía a revisarnos la casa (…), vos no sabés como nos trataron la última vez, hasta a la más chica le pegaron” concluyó.
Juicio en el 2013
“Comercializacion de estupefacientes agravada” es la carátula que pesa sobre la acusada. El fiscal Maximiliano Hairabedián manifestó a RESUMEN: “La causa se inició porque alguien llamó a la Policía y denunció que en esa vivienda se realizaban movimientos sospechosos, comenzó una vigilancia de la casa y se comprobó lo que denunciaban. Durante un posterior allanamiento se secuestró droga y se comprobó que tanto la madre como los hijos estaban relacionados al mercado de la venta de estupefacientes”.
El juicio será a mediados del 2013, y la pena, según afirmó Hairabedián, puede ser entre 6 a 20 años de prisión. “No es común este tipo de casos, pero en esta oportunidad se comprobó la utilización de un hijo de 17 años en la comercialización de los estupefacientes”.
Más allanamientos
En las últimas semanas se realizaron tres allanamientos en el domicilio de la madre del adolescente, ya que la Policía está buscando un arma relacionada al último caso de violencia ocurrido hace 15 días en calle Zabala Ortíz. Recordemos que una familia sufrió el ataque de un grupo de jóvenes armados que dispararon contra la casa, entre los que se encontraría un hijo de la mujer. El problema se habría iniciado porque el propietario de la vivienda acusó a algunos vecinos de que serían los culpables de robarle una máquina que se encontraba en el patio de la vivienda.
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