Política

Los ojos puestos en la renovación

Unos 4500 jóvenes participaron el viernes del Congreso de la Juventud Peronista en el Quality de Córdoba, para la oficialización de la candidatura de Martín Llaryora como cabeza de la lista a diputados nacionales para Unión Por Córdoba. Desde Alta Gracia, partieron 3 colectivos de militantes y unos cuantos funcionarios municipales.

Danzando en la grieta
Ambos discursos, tanto del Vicegobernador así como de Juan Schiaretti, se focalizaron en el siempre efectivo tema del federalismo. Una realidad que, como bien marcaron, no encontró aún una equidad después de dos siglos. Pero también una muletilla que permite no identificar a un enemigo claro, presente y contingente. “Si tenemos que acompañar al Gobierno Nacional en algo que esté bien, lo tenemos que hacer”, enfatiza Llaryora, frente al elocuente silencio del público y algún murmullo, a la vez que Schiaretti, entre la exultación militante, anunció, hacia el final, la consigna de la campaña que se abrió oficialmente el viernes pasado : “Hay que recorrer las calles, en contra de la prepotencia porteña que soportamos desde hace 200 años”.
De alguna forma, la política se construye sobre la base de la construcción de un opositor claro. Ambos, Gobernador y Vice, evitaron cuidadosamente identificarlo en el Gobierno Nacional, limitándose a tibias consideraciones acerca de los aumentos tarifarios y al ahogo de las Pymes. De hecho, respecto a la pelea electoral y las consecuencias de un posible enfrentamiento con Mauricio Macri, Schiaretti aclaró “No queremos pelearnos con el Gobierno nacional. Le queremos y le vamos a ganar las elecciones en Córdoba”, mientras Llaryora, afirmó que eso “no es en contra de nadie, es a favor de todos.”
Las indirectas más tajantes, en tanto, fueron hacia el kirchnerismo y en contra del radicalismo, tildado de pusilánime en los años más duros de la confrontación De la Sota-Cristina: “Nosotros peleamos contra el kirchnerismo, mientras otros se escondían debajo de la cama”, acusó Schiaretti, arengando a una multitud que ya se iba dispersando.
Al parecer, acá no se trata de confrontar al modelo macrista, sino de marcar con quién tendrá que negociar el Gobierno Nacional en vista al 2019.

Cambiar todo, para que nada cambie
Unión por Córdoba apuesta todo a la “renovación”. Una instancia necesaria por el desgaste de casi veinte años de gestión y por las internas harto conocidas. Renovación generacional, es la contrapuesta del peronismo local al “cambio” del gobierno nacional.
Una toma de posición inteligente, para permanecer, y que permite aún desconocer el real alcance de las mediciones al día de hoy, porque tanto Llaryora, como los demás jóvenes que le seguirían en la lista, no tienen un techo de crecimiento definido.

¿En casa?
Habrá que esperar, con toda probabilidad hasta el 24 de junio, para saber si, finalmente, el nombre de Facundo Torres figurará en la lista. Lo que sí trascendió, es su compromiso en trabajar en la campaña, siendo o no candidato y la recomendación a sus colaboradores fieles de cerrar filas, en vista de tiempo complicados, hacia enemigos internos y externos.
Si la acusación de Schiaretti al radicalismo provincial, fue la de haberse quedado escondido debajo de la cama, a nivel departamental parecería que los problemas están inclusive en sentarse en una mesa común.
El mismo, viernes, de hecho, se pusieron en función las autoridades partidarias del radicalismo de varios circuitos comunales en Villa del Prado, con la presencia del Presidente del Comité Provincial UCR Alberto Zapiola en el que el radicalismo departamental ratificó su pertenencia a Cambiemos, pero aún no hay señales de un arreglo consensuado. El Pro ya tendría un acuerdo con el juecismo, mientras la UCR se encuentra todavía en un impasse, que según un referente del Pro a nivel local, se debería a un exceso de personalismo de Leandro Morer, que no resignaría su protagonismo en pos de acompañar a los dirigentes Cambiemos.

Nosotros y ellos

unnamed - Diario Resumen de la región

La infaltable foto grupal muestra a la juventud peronista del Departamento unida, pero eso duró apenas unos segundos, hasta que cada ala, saieguista y torrista, se agrupara por separado. Por otro lado, mientras Marcos Torres prefirió mantener un perfil bajo y no subirse al escenario, Daniela Ferrari trasmitía en vivo desde arriba. Raras contradicciones, ya que un funcionario cercano a Torres, hace unos días atrás reflexionó que a la hora del inicio de la campaña, ”Nosotros apoyaremos a Llaryora, ellos no sé”.

Dibujo de Osvaldo Rugani

Mostrar más
 

Noticias Relacionadas

Comentarios:

Botón volver arriba