Este porcentaje es abarcativo e incluye a todas las ciudades del interior. Si bien en la provincia se están realizando algunos cambios importantes en materia de inclusión, en el interior se avanza lentamente sobre las falencias estructurales, sobre todo en los edificios públicos, que dificultan la accesibilidad. En la comisaría, Municipalidad, iglesia, algunos museos y hasta colegios de nuestra ciudad, el ingreso principal consta de escaleras y prescinde de rampas, no existe cartelería adecuada y no hay baños acordes. Sólo en el hospital y en la Casa de la Cultura hay accesos diferenciados. Adfemás, se estudia llevar adelante modificaciones en el Parque Infantil.
Medidas adecuadas
Desde el flamante Consejo de Discapacidad local advirtieron que trabajan en el tema asesorando al Ejecutivo sobre las medidas necesarias. “Cambiar la mirada de integración por inclusión, es lo que propone la convencion y tratamos de lograrlo. Ya se han reparado algunas rampas y se hicieron otras”, sostiene Miryam Flamand, cordinadora del consejo. Por otra parte, desde la secretaría de Patrimonio, advierten que se pueden hacer algunas modificaciones en zona de Primer Orden, pero que es “complicado” unificar criterios entre la Comisión Nacional de Museos y la iglesia. Mientras tanto, uno de los lugares más significativos y visitados de la ciudad, prescinde de las herramientas adecuadas para incluir personas con discapacidad motríz o ancianos. “Estamos trabajando muchísimo en el tema. Hemos hecho cerca de 50 rampas y desde Obras Públicas exigimos que las obras que se lleven adelante de ahora en más tengan en cuenta los detalles que hacen a la accesibilidad”, manifestó el vice intendente a cargo del Ejecutivo, Facundo Torres, y agregó: “No hace falta plata, sino voluntad política para llevarlo adelante. Ojalá que dentro de un año tengamos una ciudad más accesible”
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