Ayer por la tarde, la Comisión de “Unidos por nuestras acequias”, denunció a través de sus redes sociales que se había violentado el patrimonio ambiental de Villa La Bolsa, al construirse una sangría en una zanja abierta de las acequias Las Rosas, además de otra obra en construcción que obstruye la acequia de esa zona. Alejandra Amuchastegui y Marcelo Geremías, estuvieron en contacto telefónico con la 88.9 para relatar en detalle lo denunciado por esta agrupación.
«Por un medio nos enteramos que estaban haciendo una obra sobre la acequia Las Rosas y eso está prohibido porque es un delito. Queremos que todos sepan que las acequias están judicializadas, no pueden hacer ninguna modificación sobre ella. Los que tienen que velar por eso son las autoridades. Nos invadió la desazón por la pérdida irreversible”, relató Alejandra. Al leer la nota, miembros de la comunidad se acercaron al lugar de la construcción donde observaron que el pozo estaba destinado a ser una sangría. Marcelo Geremías, quien participa de esta comunidad, contó: “Encontramos el cauce de la acequia tapado con escombros y ya próximo a cementarlo. La persona encargada nos dijo que la colindante también había tapado la acequia».
Es la comuna de Villa La Bolsa la responsable de autorizar obras privadas, por lo que luego de observar este hecho, integrantes de la comisión se acercaron a la sede comunal para solicitar la documentación correspondiente a dicha autorización. “No me quisieron dar nada. por pedido de la justicia me dijeron que me debían entregar la negativa a esa papelería, pero tampoco me lo dieron. Toda la documentación nos pertenece a todos nosotros, no pueden negarnos el acceso a esa información. Esto es un delito, no se puede hacer nada sobre las acequias hasta que los jueces dicten su sentencia”, expresó Alejandra. Por su parte, Marcelo dijo: “Vemos una gran deficiencia en los funcionarios comunales”, y agregó que están velando para que Villa La Bolsa se una a la Ley Yolanda para que todos los funcionarios sean educados en cuestiones ambientales.
«No se pueden tocar las acequias. Me da pena que los vecinos no sepan esto. Van a tener un gran gasto después en remediar esto”, explicó Amuchastegui. Los dos miembros comentaron que pidieron autorización al juez para comunicar a cada vecino que este tipo de acciones son ilegales, y que luego deberán deshacer todo lo hecho para que las acequias vuelvan a su estado natural.
Con respecto a la causa judicial, se encuentran en un proceso de pruebas y estudios técnicos que están siendo realizados por gente del CONICET y la Universidad Nacional de Córdoba. Mientras tanto, los jueces se encuentran analizando la cautelar.
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