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En el primer día del juicio a Johana, el imputado se negó a declarar

En la Cámara V del Crimen de Tribunales II de la ciudad de Córdoba se realizó ayer la primera audiencia del juicio por el femicidio de Johana Altamirano, la joven altagraciense de 19 años que fue brutalmente asesinada en el Parque García Lorca el 28 de abril de 2016. Guillermo Rafael
Busto -que actualmente tiene 23 años y que está detenido desde el mismo día del crimen- se encuentra imputado de homicidio doblemente agravado por alevosía y violencia de género, robo y
amenazas. Con esa calificación- en caso de ser hallado culpable- será castigado con la pena de reclusión perpetua.

Cuando el imputado pasó a al estrado y después de responder algunas preguntas de rigor por parte de los jueces, más que nada vinculadas con sus actividades y cuestiones familiares, se negó a
realizar declaraciones con respecto al hecho puntual del que se lo acusa. El Tribunal Técnico está presidido por la Doctora Susana Blanc Gerzicich de Scapellato y la acompañan los jueces Guillermo Lucero Offredi y Luis Paoloni; también fue conformado un tribunal popular conformado por 12 personas de variada edad. Los representantes legales de la querella de la familia Altamirano son Daniel Villar y Diego Agüero mientras que la codefensa del
imputado la ejercen los letrados Ricardo Moreno y Graciela Díaz.

Altamirano 1 - Diario Resumen de la región

El horario de inicio estaba pautado para las 9 de la mañana pero por diferentes circunstancias se demoró más de dos horas. Durante esa espera, Walter, el hermano de Johana expresó a RESUMEN que “después de más de un año y medio del crimen lo que me parece es que la justicia tiene que ser más rápida. Estamos esperando la sentencia que no nos devuelve nada pero por lo menos Johana va a descansar en paz”. Tanto Walter, como su mamá Mónica, estuvieron acompañados por familiares, amigos e integrantes del Colectivo Ni una Menos.

Inicio accidentado
Custodiado por personal policial, casi inmutable y con la mirada en el piso cuando era enfocado por las cámaras, el imputado Guillermo Rafael Busto, al ser consultado por la presidenta del tribunal hizo un ademán que indicando que tenía dificultades para hablar. Por lo tanto, tanto personal judicial como la misma policía tuvieron que solicitar que fuera asistido con aspirador antiasmático que – casualmente- tenía entre sus pertenencias uno de los integrantes del tribunal popular. Esta actitud fue objetada por la querella que resaltó que en el “expediente se encuentra el examen médico realizado al imputado y no se detalla que sufra ningún tipo de complicación de
salud”. De todas maneras, el Tribunal dio lugar a que se procediera con el acto para que Busto pudiera hablar. Cuando lo hizo, su tono de voz era tan bajo e inentendible tanto para los integrantes del Tribunal como para el público que hubo que hacer una nueva pausa para colocar un micrófono en la sala.

Altamirano 5 - Diario Resumen de la región

Cuando fue consultado sobre la actividad a la que se dedicaba cuando ocurrió el hecho, el imputado dijo que trabajó como personal de seguridad de un boliche gay de la ciudad de Córdoba y que en ese momento se encontraba viviendo temporalmente en la casa de su patrón, de nombre Néstor Latorre. Específicamente sobre el crimen de Johana Altamirano, el imputado prefirió hacer uso de su derecho y decidió no hacer ningún tipo de declaración. Cabe destacar que durante el proceso investigativo, tampoco declaró.

El dolor de una madre
Mónica Altamirano es menuda y sus ojos reflejan el dolor de alguien que perdió, nada más ni nada menos, que una hija. Pero su declaración fue precisa e indicó que con “Johana éramos muy compañeras. No hacía falta que la controlara porque ella no era de ir ni a boliches ni a fiestas”. En su testimonio sostuvo que había visto “dos o tres veces” a Busto cuando su hija tenía 15 años aproximadamente y habían empezado una especie de noviazgo que en ese momento ella no aprobaba por completo. “A mí me sorprendía que a veces Johana volvía sola en horas de la madrugada y él no la acompañaba”. Esa relación no prosperó pero desde la familia indicaron en su momento que Busto “siempre se las arreglaba para buscarla o llamarla”. Con respecto al día en el que Johana fue asesinada, recordó que esa noche al regresar de la escuela “me dijo que no le calentara la comida porque se iba un ratito ya que la esperaban en el Monumento a San Martín; pero no me había dicho que estaba saliendo con él”. Esa madrugada se la pasó deambulando y llamando insistentemente al celular de su hija que se encontraba apagado.

También fue hasta la comisaría pero “la primera vez no me tomaron la denuncia y me dijeron que tal vez podría estar en lo de un familiar o en lo de una amigo”. Desesperada, en horas de la tarde volvió a presentarse para ver si le tomaban la denuncia y estando en el destacamento policial “me informaron que el cuerpo de Johana había sido encontrado”.

Altamirano 6 - Diario Resumen de la región

El segundo testimonio estuvo a cargo de Yanet Rasgido quien fuera compañera de colegio y en su momento una de las mejores amigas de Johana. La diferencia entre ellas –justamente- había surgido porque Busto y Rasgido habían establecido una relación de cuasi noviazgo. “Nos estábamos conociendo”, señaló la testigo y añadió: “Hasta que me di cuenta que él tenía una novia en Córdoba y decidí escribirle por Facebook. Cuando él se enteró me escribió tres mensajes amenazantes y sentí miedo”. Tanto ella como su madre, Estela Marys Jaime – que fue la tercera en testimoniar- indicaron que Johana “era muy buena chica y que habían sido muy buenas amigas y compañeras de colegio”.

La voz del letrado
Con respecto a las impresiones que dejó la primera jornada del juicio por el femicidio de Johana Altamirano, Daniel Villar, uno de los dos abogados querellantes de la familia señaló a RESUMEN: “La declaración de la madre de Johana nos ha dado un aspecto y una imagen de cómo era ella y que ambas eran muy compañeras; también ha ido determinando que era muy buena persona. Nosotros vamos a demostrar que el perfil de Busto está más que claro.Tiene experiencia en artes marciales, era patovica de un boliche gay y eso requiere de una personalidad que maneje cierta violencia para resolver algunos temas que se suscitan en esa tarea. Entonces hoy hemos visto que contra Johana existió la violencia de género y eso es lo que vamos a demostrar”, sentenció Villar, el mismo abogado de la familia del sacerdote asesinado, Luis Cortés.

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