El bloque de la Unión Cívica Radical presentará este miércoles un pedido de informes acerca de los microbasurales presentes a lo largo del ejido municipal y en las cercanías de la ciudad.
Lo que pretenden los concejales es instar al municipio, no sólo a limpiar, sino a ejercer una acción de control sobre esas zonas en las que la basura no deja de acumularse. “Estamos al tanto y conscientes que el Municipio limpia, pero hay que ir más allá, necesitamos un Estado activo no sólo en la limpieza periódica, sino también en controlar y multar a los vecinos responsables”, aseguran desde la UCR.
Distintos panoramas
Desde este medio, se han realizados varios informes acerca de la situación de los microbasurales, así como se ha informado acerca de las acciones de parte del Municipio en ese sentido. Sin embargo, no todos los casos son iguales, ni los son todos los contraventores.
Por un lado, el constante arroje de basura a la vera de la ruta, que implica un trayecto en un vehículo para luego poder deshacerse de, en general, una gran cantidad de basura o de elementos y electrodomésticos de importante tamaño. Esos mismos residuos por los que habría que informar, previamente, a Servicios Públicos, para que, en días a convenir, se puedan retirar. En cambio, a menudo, algunos vecinos prefieren no llamar, ni esperar y se liberan de lo que les molesta en sus viviendas en las vías públicas.
Falta de educación, conciencia y sentido cívico, sin dudas. Una forma de egoísmo que tal vez, solo a través de sanciones podría ser, por lo menos en cierta medida, controlado. Este tipo de microbasurales, no se encuentra sólo en las rutas de acceso, sino por ejemplo, en zonas como la costanera o la conocida calle Catamarca. En ese particular caso, ya hubo un pedido formal de parte del bloque opositor hace un tiempo atrás y también hubo una fuerte tarea de limpieza con palas mecánicas; hoy, se encuentra de nuevo con basura.
Canales y barrios
Otra situación refiere a los canales en proximidades o adentro de los barrios; Primero de Mayo, Barrio Don Bosco, Villa Oviedo, para citar algunos.
En esos casos, hay varios testimonios acerca de la responsabilidad directa de los vecinos, que, faltos de canastos o de voluntad, tiran las bolsas de residuos diarios en proximidad del agua y a la vera de los canales. En ese sentido, el malestar de los trabajadores de recolección es manifiesto y comprensible, pero es evidente que, por más que se ejecuten tareas periódicas, ese lapso de tiempo no alcanza. En algunos sectores, además, haría falta una intervención de días con una enorme cantidad de personal; acción que por más titánica que aparezca, en todo caso es necesaria y urgente, ya que ahí, a pocos metros, e menudo viven y juegan niños.
Y los comercios…
No faltan además las denuncias de ciudadanos acerca de algunos comercios que usarían los canales o zonas descampadas para los desechos orgánicos: alimentos en mal estado, o sobras.
Más allá de la recolección, ese tema atañe a distintas áreas, desde la Secretaría General, con el control sobre las actividades comerciales y bromatología, hasta el área de salud, por las plagas y las situaciones de insalubridad y enfermedades que pueden implicar, que merecen una observación constante, además de un trabajo de sensibilización.
¿ Qué se hace?
En estos casos, la palabra clave que se suele usar, es educación. Tal vez eso, para tratar de generar consciencia, pero además una serie de políticas públicas conjuntas. Si es cierto que la cantidad de personal que se necesitaría para mantener semanalmente esas zonas, hasta que la gente desista, es inviable por los altos costos, por otro lado tampoco es suficiente realizar una limpieza esporádica y luego delegar la responsabilidad a los vecinos.
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