
Tras el episodio sucedido durante la madrugada del 1º de enero, en el que inspectores municipales intervinieron en una fiesta privada que se realizaba en el predio de “Bebelandia”, y luego de que RESUMEN publicara en el artículo “La calesita casi da su última vuelta” con detalles sobre lo sucedido que fueron emanados del ente municipal. “Bebe” aclaró que alquiló el lugar con absoluta buena fe y que no había sido informado del tipo de fiesta que allí se realizaría; por otra parte dijo que la fiesta no fue clausurada, sino que solo se labró un acta por ruidos molestos y que la lona que cubría el lugar fue sacada al otro día del evento.
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