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Tres años de prisión y tratamiento psicológico obligatorio por violar la restricción en reiteradas oportunidades

Recientemente y mediante videoconferencia, la Justicia Provincial condenó a un hombre de 30 años, oriundo de la localidad de Rafael García a la pena de tres años y ocho meses de prisión como así también a realizar tratamiento psicológico y psiquiátrico obligatorio por su «agresividad».

El sujeto, imputado de «Amenazas calificadas, coacción, violación de domicilio  y desobediencia a la autoridad», está detenido desde noviembre de 2019, luego de infringir en mas de cinco oportunidades con las medidas de restricción que tenía para con su ex pareja,   impuestas por la fiscalía local.

La pareja había iniciado la relación de convivencia en el año 2011 y en el 2012, a causa de la violencia del  hombre,  culminó. En uno de los primeros hechos denunciados, la víctima confesó que el hombre la golpeó tras haberse negado a tener relaciones sexuales. Le propinó golpes en el rostro, la arrastró del cabello hasta la cocina y le amagó con una pava. Este habría sido el episodio que provocó el hartazgo y la denuncia de la mujer.

A partir de allí, rigieron medidas de alejamiento entre ambos, pero el sujeto las infringió en reiteradas oportunidades. No sólo se presentaba en la casa de la mujer, sino que además le enviaba mensajes amenazantes, tanto a ella como a su familia. «No me hagan poner loco», «Los voy a matar a todos», entre otros dichos, eran los que éste les manifestaba.

Hubo una consigna policial en la puerta de la casa de la víctima, pero el hombre se las ingeniaba para saltar una tapia y evitar ser visto por el uniformado; así ingresó una noche a la casa de su ex pareja y empuñando un cuchillo, le decía que confesara si estaba con otro hombre. Una situación que cada vez se volvía mas agresiva y tormentosa.

Finalmente, el agresor fue detenido en noviembre de 2019, cuando la policía encontró su motocicleta estacionada en la entrada de la casa de su víctima, donde, a modo re reitero, no podía estar. En su declaración, éste reconoció los hechos, pidió perdón y dijo estar arrepentido. Los jueces hicieron lugar al pedido de la defensa y lo condenó a la pena de tres años y ocho meses de cárcel, aunque sumaron el tratamiento psicológico y psiquiátrico por su «agresividad», de manera obligatoria.

 

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