La salud de Celine Dion no está dando buenas noticias, ya que la misma está empeorando con el paso de los días. Este presente poco alentador lo ha revelado la hermana de la artista, quien anunció hace unos meses que le habían diagnosticado el síndrome de la persona rígida, razón por la cual está apartada de los escenarios y también de la vida pública.
Tras ser diagnosticada con esta enfermedad en el mes de diciembre del año pasado, que la llevó a cancelar su gira Courage World Tour, apenas se ha podido ver a la artista y muy poco ha trascendido sobre su estado de salud. Esta condición le provocaría una rigidez muscular progresiva y espasmos, especialmente en la zona del tronco y del abdomen.
Según contó Claudette Dion al programa canadiense 7 Jours, la cantante “ha perdido el control de sus músculos”. “Lo que me rompe el corazón es que siempre ha sido muy disciplinada. Siempre ha trabajado duro. Nuestra madre le decía que le iba a ir todo bien precisamente por eso”, agregaba su hermana mayor sobre este trastorno, que termina afectando a la movilidad y al equilibrio de quienes lo padecen.
Sin embargo, agregó que desearía volver a los escenarios, aunque no ha pensado en cómo podría ser este regreso. “¿En calidad de qué? No lo sé”, apuntaba su hermana.
¿Qué es el Síndrome de la Persona Rígida? Esta es una enfermedad neurológica poco frecuente caracterizada por rigidez muscular progresiva, principalmente en los músculos del tronco, y una marcada sensibilidad a estímulos como el ruido, el tacto y el estrés emocional, lo que puede provocar episodios de espasmos musculares dolorosos. Quienes lo padecen pueden llegar a convertirse en “estatuas humanas”, con dificultades para caminar o hablar.
Aunque la causa exacta aún no está completamente entendida, se cree que es un trastorno autoinmune, donde el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error sus propias células y tejidos. En el síndrome de la persona rígida, esta respuesta inmunitaria equivocada podría dirigirse contra las neuronas que controlan el tono muscular. Se han identificado anticuerpos que atacan a enzimas como la glutamato decarboxilasa, que juega un papel crucial en la regulación de la transmisión de señales nerviosas involucradas en el control muscular.
En cuanto al tratamiento del síndrome, el mismo se centra en aliviar los síntomas. Puede incluir el uso de medicamentos como relajantes musculares, benzodiacepinas o medicamentos que modulan la respuesta inmunitaria del cuerpo. También se aplican terapias físicas para aumentar la movilidad y reducir la rigidez. En algunos casos, la inmunoterapia o la plasmaféresis (un proceso que filtra los anticuerpos del sistema sanguíneo) pueden ser opciones de tratamiento.
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