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¿Gatillo fácil o legitimo accionar policial?: una muerte que dividió las aguas en la ciudad

La frase popular «meter a todos en la misma bolsa» puede en este caso caber perfectamente para ambas posturas. Y es que, por un lado, la pandemia ha puesto bajo la lupa el viejo flagelo de la inseguridad, aquel que no sabe de  cuarentenas ni confinamiento y, por el otro, viene a desnudar una gran dicotomia en la interpretación que las diferentes instituciones, como la policial por ejemplo, hacen de las nuevas normativas establecidas.

Lo que pasó en la noche del lunes de alguna manera forma parte de esto. La muerte de un presunto delincuente en manos de un uniformado en inmediaciones de Barrio Paravachasca  generó el debate sobre lo que es o no correcto hacer en un procedimiento policial. Opiniones que van mas allá de las decisiones que pueda tomar  la Justicia, que juegan del lado de la subjetividad y tienen que ver con lo que la gente piensa, con lo que creen que debe ser.

La crónica policial da cuenta de una persecución en el marco de un robo domiciliario. Los efectivos habrían controlado a un vehículo en el que, y de acuerdo al dato que tenían, transportaban objetos de procedencia dolosa. Para ser más precisos, elementos que habían sido sustraídos de una vivienda de la zona de Valle Buena Esperanza. Cuando lograron interceptar el rodado, aprehendieron a la mujer que viajaba como acompañante pero el conductor huyó a pie por unos descampados. Allí, solicitaron la colaboración de otro efectivo quien salió en procura de este sujeto.

De acuerdo a los dichos de este policía, tras encontrar al presunto ladrón se produjo un forcejeo entre ambos. Fue cuando «un disparo accidental» acabó con la vida del delincuente en el lugar. Disparo que, claro está, provenía de su arma reglamentaria.

La Justicia imputó y ordenó la detención del policía por «Homicidio calificado» y la causa permanece en secreto de sumario. Sin embargo, fuertes trascendidos hablan de que ella bala habría ingresado de atrás, en la zona de la nuca, sembrando la duda acerca de si el uniformado se salió de protocolo o no. Pues, en ese caso, el escenario es un tanto distinto al de un accidente.

Por otra parte, vecinos de la zona coincidieron en haber escuchado mas de un disparo, pero no se secuestró ninguna otra arma de fuego en el lugar; lo que desecharía la hipótesis de un enfrentamiento y de que el fallecido haya estado también armado.

Las dos Alta Gracias

El caso dividió las aguas, cual River- Boca. Por un lado, quienes piden la liberación del efectivo, alegando a que actuó «en su ley» en un legítimo procedimiento policial y remarcando el grueso prontuario penal que la víctima tenía. Y, por el otro, aquellos que sostienen que más allá de que el homicidio se haya dado en el marco de un ilícito, hubo abuso policial  y lo califican  como uno mas de «gatillo fácil» en el que la policía prefirió «matar en lugar de detener».

Estas dos posturas no sólo se explicitaron en cientos de comentarios en las redes sociales, una de ellas salió a la calle y lo hizo en la tarde de este miércoles en lo que fue una sentada pacifica contra el gatillo facil, realizada en inmediaciones del Reloj Publico. La otra, se autoconvoca para el próximo lunes con el fin de manifestarse frente a la comisaría local pidiendo la liberación del policía en cuestión. El cual, cabe destacar, ya fue trasladado al complejo carcelario EP 9.

Dos miradas de un mismo hecho, cientos de altagracienses discrepando, y una ultima palabra que sólo la tendrá la Justicia.

 

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