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“Algunas no sabíamos leer ni escribir, hoy estudiamos Derecho”

Así lo expresó Mónica, una de las 12 internas del Penal de Bouwer que comenzaron a estudiar Derecho en contexto de encierro. Hoy, autoridades provinciales y de la Universidad Nacional de Córdoba inauguraron el año lectivo.

Quiero, en nombre de todas las alumnas, decir que hoy tenemos el orgullo de pertenecer a la Universidad Nacional de Córdoba”, comenzó su discurso Mónica Vera Selaye, una de las 12 internas del Establecimiento Penitenciario (EP3) de Bouwer que iniciaron el año lectivo de la carrera de Derecho, dictada por primera vez en un establecimiento para mujeres.

“Y me emociono -continuó- porque, cada una de las que estamos acá hemos vencido muchos obstáculos. Hay compañeras que no sabían leer ni escribir y sin embargo hoy están cursando Abogacía, por eso quiero agradecer el esfuerzo que hacen. Sepan que es un paso muy importante, el conocimiento nos da herramientas para poder salir adelante, porque de acá vamos a salir adelante. No importa el lugar donde estemos. Ninguna puerta se va a cerrar cuando salgamos afuera con conocimiento”, dijo.

Sentados en el auditorio del EP3, escuchaban Martín Farfán, ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia; Cecilia Lanzarotti, secretaria de Gestión Penitenciaria; Claudia Martinez, secretaria de Lucha contra la Violencia a la Mujer y Trata de Personas; Guillermo Barrera Buteler, decano de la Facultad de Derecho y Marcela Aspell, a cargo del Programa Universitario de Enseñanza del Derecho en la Cárcel (Puede), que imparte la carrera en establecimientos de varones desde hace 20 años.

El año lectivo quedó formalmente inaugurado hoy, pero hace dos meses las estudiantes comenzaron el cursado del curso nivelador. “Para el Gobierno de Córdoba es un orgullo que ustedes, mujeres, tengan por primera vez acceso a la carrera de Derecho. Porque entre otras cosas, trabajamos para lograr igualdad y equidad al acceso a los derechos entre varones y mujeres”, señaló Farfán.

Abogacía es la carrera más elegida en las instituciones penitenciarias. la mitad de la matrícula de las siete carreras que se dictan en las instituciones penales es de Derecho. En Bouwer, funciona incluso un aula permanente con una biblioteca de 6.000 libros donados por la Facultad de Derecho y cuatro computadoras equipadas para el trabajo de docentes y estudiantes. Cada semana, se trasladan internos de toda la provincia para cursar en ese espacio.

Sobre estos avances, el decano de la Facultad de Derecho, Barrera Buteler, dijo: “La Universidad tenía que venir a la cárcel, y no al revés. Todo lo que estamos logrando es gracias al trabajo articulado con el Ministerio de Justicia y el Servicio Penitenciario. Estamos cumpliendo con la ley, garantizando el derecho a la educación de las personas, sobre todo las que están en situación de vulnerabilidad”.

Patricia Coppola es docente desde hace 20 años en la Facultad de Derecho y hace unos meses comenzó a impartir en el penal. “Me emociono cada lunes cuando tengo que venir. El mejor alago que me hicieron como docente fue acá, cuando las chicas me dijeron que en mi clase no se sienten presas”, dijo.

“Algunas de nosotras pensábamos que no teníamos edad para comenzar una carrera”, comentó Mónica Vera. Según contó, estudiar en contexto de encierro es toda una experiencia comunitaria: “Nos ayudamos entre nosotras, somos solidarias. Si alguna no puede, o no entiende algo, estamos las otras ahí. Lo que queremos -dice- es que nuestros hijos se sientan orgullosos de nosotras”.

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