
Es incesante el ingreso de personas que se llegan hasta las instalaciones del Club Atlético Las Palmas para darle su último adiós a Sebastián, uno de los grandes ídolos que ha tenido la música popular cordobesa, que falleciera anoche cuando estaba internado en un nosocomio privado de la ciudad de Córdoba.
Sebastián falleció anoche, a los 63 años. «El Monstruo» fue el primer cantante de la agrupación Chébere, y luego, se convirtió en solista y brilló en los 80 cuando pudo llegar a Capital Federal y al Gran Buenos Aires y sumarse al circuito de la música tropical.
La historia de Sebastián
Daniel Humberto Reyna, «el Seba» o «el Monstruo», nació el 16 de agosto de 1953 en la ciudad de Córdoba. Vivió su infancia en los barrios Güemes y Observatorio y en la adolescencia, en Altamira. Era el mayor de cinco hermanos y cuando tenía 7 años su madre falleció. Fue criado por sus tías, al no tener relación con su padre. Sólo pudo terminar la escuela primaria y desde chico trabajó haciendo changas.
De acuerdo al libro La Soledad de los Cuarteros, de Osvaldo Hepp, Sebastián «desde pequeño gustó escuchar de todo, pero como adolescente se inclinó definitivamente por el cuarteto, siendo su mayor ídolo Carlitos Rolán. Pero Sebastían en el fondo, se sentía un bolerista nato».
Vendió miles de discos en todo el país, donde fue un ícono del cuarteto. Grabó cerca de 30 discos y por sus ventas obtuvo varios discos de oro y platino.
Participó del hecho fundacional de Chébere en 1974 y de donde se fue sin avisar en 1975. Ya en Buenos Aires, pasó por la Banda Los Náufragos, regresando a Córdoba en 1977, formando el grupo «Sebastián y Los Pobres» donde grabó un disco y arranco en el circuito de bailes.
En 1979, se sumó a la orquesta de Carlitos Rolán, su referente e ídolo. En 1981, con la ayuda de su primo Gregorio Ledesma, inició su carrera solista, debutando como tal Unión Eléctrica.
A fines de 1982 edito su segundo álbum El bandido, por el sello RCA Victor. Sebastián comenzó a obtener discos de oro por sus ventas y durante esa década y la siguiente llegó a la certificación de platino por los trabajos discográficos Al Rojo vivo, Todo el año, Un grande, Como siempre y Un hombre de suerte, entre otros.
Los bailes de Sebastián
Los bailes de Sebastián en la ciudad de Córdoba, durante la década de 1980, llegaron a convocar más de 10 mil bailarines en clubes como Súper Deportivo, Atenas, Unión Eléctrica, Palermo y en especial Las Palmas, su lugar preferido. En abril de 1985, junto a Pimpinela reunió 15.000 personas en el estadio de Belgrano. También participó de un recital con Palito Ortega En ese mismo año su trabajo discográfico «Te dicen bandido» consiguió un disco de oro.
Ya en los 90 el cantante cuartetero se instaló en Buenos Aires para girar de Ushuaia a La Quiaca y posicionarse como uno de los grandes referentes de la movida bailantera.
En esos tiempos de gran popularidad y fama hacía visitas esporádicas a Córdoba para presentarse con su música en lugares como Las Tejas (en avenida Colón) o Maracaná (zona del Abasto).
En un reportaje concedido a la Revista Todo Cuarteto en 2004 señaló que «Yo soy un hijo de esta ciudad y a cada lugar que voy los hago quedar bien. Yo canto en todo el país, no se olviden nunca de esto, así que hice mucho por el cuarteto».
Después de una década sin grabar disco y sin el apoyo de una multinacional como fue costumbre en su trayectoria, en 2010 editó el álbum Condenado por el éxito.
La salud del Monstruo
Un cáncer de colon lo obligó a operarse y bajarse de los escenarios por un año y medio después de casi toda una vida cantando sin parar. En el último tiempo en un reportaje concedido a la Voz del Interior, Sebastián manifestó su deseo de grabar un disco de boleros para México y toda Latinoamérica, porque sentía que tenía la suficiente sabiduría para hacerlo Su vuelta a los grandes bailes fue el sábado 4 de abril de 2015, donde festejó sus 35 años como solista en el Super Deportivo.
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