
Muchos de los carteles que aún pueden verse en la capital provincial y en Alta Gracia, dan cuenta de candidaturas que fueron más cercanas a globos de ensayo que a realidades programáticas ¿Cuándo tendrán tiempo los seguidores de Llaryora, Mestre, Juez y otros tantos postulantes a gobernador desbarrancados a medio camino para quitar los pasacalles ubicados sobre las rutas C45 y 5? Alta Gracia y sus leyendas Los túneles jesuíticos, el Monstruo de la Bateita y… los candidatos que lanzan su campaña “a ver si prende”, y si no, no pasó nada. Muchos se preguntan porqué Pablo Ortiz bajó el ritmo de sus declaraciones y apariciones tras haberse lanzado a las internas del PJ local. El único (hasta ahora) contendiente real de Facundo Torres parece haber hecho un compás de espera que desorienta a quienes se topan con su imagen colgada en los carteles de cada poste de luz. Junto a sus carteles, aparecen los pasacalles de Roberto Brunengo quien muestra disposición para negociar con el sector bonfiglista, pero sabe que las huestes de Morer no lo dejarán (al parecer), acordar en paz y debe mostrar todo su arsenal. Quien si deja dudas, quizás imitando los zigzagueos de su líder, Luis Juez, es Martín Nuñez Cremades. Lanzado como candidato a intendente por el Frente Cívico, los bajos números iniciales y los acuerdos provinciales parecen haberlo llevado nuevamente al seno de la alianza UCR-Pro-Frente Cívico-Socialismo y mostrar sus aspiraciones de ser el valiente que enfrente a Walter Saieg: “Tenemos que poner a alguien que haga campaña con 100 mil pesos de su bolsillo contra 2 millones que tendrá a disposición Saieg”, señaló Morer, presidente departamental de la UCR. Lo cierto es que pocas de las propuestas lanzadas serán sostenidas por convicciones hasta las últimas consecuencias.
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