Un 12 de mayo de1820, en la ciudad italiana de Florencia nació Florence Nightingale. La enfermera birtánica está considerada la precursora de la enfermería moderna. Estuvo en la guerra de Crimea y a su regreso a Londres creó una escuela de enfemería que fue modelo para la profesionalización de las enfermeras. Su labor inspiró la creación de la Cruz Roja. Falleció en 1910 y la fecha de su nacimiento se recuerda como Día Internacional de la Enfermería.
Por ello desde RESUMEN dialogamos con Zulma Torres, Licenciada en Enfermería y empleada del Hospital Arturo Umberto Illia. «Estudie enfermería por vocación, estudié muchos años para lograr el título de grado y de Licenciatura en Enfermería en la Universidad Nacional de Córdoba. Me tocó en la adolescencia atender a mis viejitos -abuelos- con cáncer terminal, los atendí en su casa hasta que murieron y decidí estudiar para saber de cuidado. Actualmente trabajo en el Hospital Illia. Me motiva cada día poder brindar lo mejor a cada persona enferma» relata la profesional.
Torres trabaja desde hace 18 años en el Hospital Illia: comenzó en Neonatología, luego siguió muchos años en Terapia Intensiva y actualmente, debido a la pandemia covid19 y a su asma bronquial, por ser del grupo de riesgo, se desempeña en el área de Maternidad.
«Como todo profesional tenemos que encontrar un modelo que combine vocación conciente con ciencia: nuestros valores más explícitos, defender los derechos de la vida en la enfermedad y en la muerte, todo por un deber de conciencia. Quien nos quiera seducir para servir a la muerte terrorista, totalitaria, tecnológica o consumista, tendrá que recibir un ´no me presto´ por parte de enfermería. La enfermería está comprometida en cuidar la vida no en quitarla, por ejemplo con el tema del aborto: ese bebito por nacer tiene derecho a vivir y se lo estamos quitando sin respetar. No por tener un descuido o ser negligente en mi vida en tener un niño, después me lo quite cuando quiera. Hay medidas anticonceptivas, de prevención, hay educación sexual para no tomar esas decisiones drásticas. Lo entiendo en un caso de violación» manifiesta Torres.
Sobre su tesis, realizada junto a Belén Barco, Melina Arrigoni y Griselda Zambrano, explicó: «Para la tesis, se va armando un libro que tiene que quedar bien pulido, con el seguimiento de los tutores de la carrera de enfermeria. Es una investigacion cientifica y luego queda el trabajo en la Biblioteca de la UNC. También está subida a la página web de la Universidad Nacional de Córdoba». Su investigación se basó en el armado de un protocolo de trabajo de las enfermeras en las cárceles.
La enfermera es una heroína anónima: muchos años atrás salvó a un nene de tres años de un ahogamiento en una pileta local: su nombre nunca apareció en los medios.
«Hace muchos años en una pileta ubicada sobre calle Prudencio Bustos -ahora ya tiene otros dueños-, siempre iba a nadar o muy temprano o a la nochecita. Y ese día fui al mediodía, como nunca. Antes tenían una guardería en el mismo lugar, cuyos asistentes se metían a la pileta también. Estaban con sus cuidadores, sus profesores. Estaba nadando en la otra punta de la pileta cuando escucho que uno de los profesores me dice ´Zulma por favor vení´ y no sé cómo salí y llegué corriendo al otro extremo. Un nene de tres años estaba ya relajado con paro cardiorespiratorio y totalmente cianótico, rebalsada la boca de agua, había tragado mucha agua. Le empecé a hacer las maniobras y respondió automáticamente. Lo puse de costado y vomitó toda la leche que había tomado más el agua de la pileta. El servicio de emergencias médicas tardó 20 minutos más o menos. Cuando llegó el ninñito ya lloraba. Fue un estrés que pasé porque no es lo mismo trabajar en el hospital con un equipo. Ese niñito hoy tiene unos 16 años. El episodio apareció en los medios pero yo no figuré. Gracias a Dios que estuve ahí» concluyó.
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