En el ultimo tiempo en el Departamento Santa María se han suscitado accidentes de tránsito que dejan al descubierto un vacío en ciertas cuestiones que hacen, precisamente, a la accidentología vial y a la cobertura que los agentes de salud tienen en los diferentes ejidos.
El tema de las rutas siempre estuvo en discusión y si bien en esto las comunas tienen cierto grado de competencia, lo concreto es que legalmente no es tan así. Entonces… ¿quién se hace cargo?.
Hace algunas semanas atrás una ciclista fue embestida por un automóvil mientras circulaba por Ruta C-45, a la altura de Falda del Carmen. La mujer- quien por fortuna no sufrió heridas de consideración- reconoció que fue asistida por una unidad de Bomberos porque ninguna ambulancia «cubría» esa zona. Es decir, es sitio gris respecto a la asistencia médica y, por ende, no hay quien acuda.
Una situación similar se vivió hace un tiempo en la misma Ruta pero en dirección a Monte Ralo. Un motociclista había permanecido horas tirado sobre la carpeta asfáltica tras colisionar con una camioneta y debió ser trasladado al Hospital Illia por unos familiares. La respuesta que estos tuvieron cuando llamaron a una ambulancia fue la misma, «no llegamos hasta allá. Deberán trasladarlo ustedes».
Pues bien, cuando de rutas provinciales hablamos se sabe que «supuestamente» Caminos de las Sierras es quien hace, entre otras cosas, la cobertura médica en los diferentes corredores. Ruta 5 por ejemplo. Hay un 0800 (777 8827) al que la gente debería llamar en caso de sufrir un accidente. Sin embargo, en la práctica eso parece ser una mera ilusión y, de ser asistido, no hay que olvidar que esas unidades de salud poseen base en la localidad de Malagueño. Es decir que si se trata de una cuestión grave y/o de urgencia, contar con Caminos de las Sierras tampoco sería una opción.
Algunas comunas, por su lado, mantienen convenios con diferentes empresas privadas de salud de la región, como puede ser Vittal, Emergencias o Paravachasca Salud, para que se encarguen de la cobertura «de su éjido». Lo que significa que la asistencia comprende sólo puertas adentro de su jurisdicción y excluye lo que pueda suceder en las rutas. Algo al menos paradójico. Otras, ni siquiera cuentan con ese servicio interno en su Comuna y sucede lo de siempre: «llamen a los Bomberos».
Y es que en definitiva los infaltables y siempre bien dispuestos son los Bomberos de la ciudad. Quienes en plena temporada de incendios y sobrecargados, deben acudir a cuanto accidente ocurra en la región. ¿Eso está bien?, seguro, es parte de su trabajo pero… ¿acaso deben también hacer traslado de heridos?. Claramente no, pero a falta de quien lo haga y sin ninguna obligación, ellos lo hacen.
Los Bomberos de Alta Gracia poseen una unidad de rescate pura y exclusivamente para tareas de su competencia. Son móviles que acuden a cada siniestro pero que para nada están acondicionados y equipados como una ambulancia y sin embargo en la mayoría de los casos deben oficiar de personal de salud. La buena voluntad en esto está clara pero… ¿Qué sucedería si una persona muere a falta de primeros auxilios?. Teniendo en cuenta que no son emergentólogos, médicos y ni siquiera enfermeros. ¿Por qué se les sigue dando esa responsabilidad a los Bomberos?. La pregunta que surge es la de siempre… ¿Hasta cuando?.
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