La semana pasada, este medio hacia público un hecho en el cual una joven víctima de violencia de género (lo cual quedó evidenciado),se había negado a denunciar a su victimario, a pesar de que del acto varios vecinos habían sido testigos.
El caso ocurrió en una vivienda de calle Urquiza alrededor de las 9 de la mañana del 22 de junio. Los vecinos habían llamado insistentemente al 101 a raíz de los gritos y hasta golpes, según declararon, que escucharon provenir de esa casa en donde un grupo de jovenes estaban bebiendo alcohol.
Cuando los uniformados arribaron, la víctima se negó a aportar datos a los efectivos minimizando la situación, pidiendo que la dejaran “de molestar”. Sólo accedió a recibir la atención de una ambulancia por una descompensación y algunas lesiones, pero por la insistencia de un amigo de la mujer que se encontraba en el lugar, quien tampoco quiso aportar ningún tipo de información.
Luego, con el aporte de testigos, se supo que el agresor había irrumpido en ese lugar donde estaba su novia y donde no había sido invitado, rompiendo las aberturas de la casa. A posterior habría golpeado a la mujer y finalmente se retiró lanzando piedras a las jovenes que se encontraban.
La Justicia actuó de oficio y la víctima continuó con su postura
Así mismo, y por tratarse de un claro caso de Violencia de Género, la Justicia intervino de oficio y citó a la joven a declarar. Algo a lo que la víctima también se negó. Ante la evidente desobediencia pero además, el latente estado de indefensión de la mujer, se optó por buscarla por la fuerza pública, pidiendo colaboración a personal policial. De este modo, se logró que declarara.
La actitud siguió siendo la misma. La mujer no promovió ninguna acción contra su novio por las evidente lesiones que presentaba. No obstante se completó la investigación con la toma de «muchas testimoniales de personas que acompañaron a la joven y al novio» y el juzgado de violencia familiar dispuso medidas de restricción entre las partes y la Fiscalía imputó al sujeto de 30 años de los delitos de «Violación de domicilio, daño y agresión» pero no de las lesiones.
Ante la negativa de la víctima… ¿Cuáles son los alcances y las limitaciones de la Justicia?
Fuentes judiciales confirmaron que ante la negación de la víctima de iniciar acciones penales contra su agresor por las lesiones leves constatadas que sufrió, la Justicia no puede proceder a imputar al sujeto por ese hecho, más allá que eso esté confirmado. Distinto es en el caso en el que existan denuncias previas por antecedentes de violencia en la pareja, en ese contexto la imputación se radica de todas maneras. Por otra parte y extraoficialmente su supo que el imputado tendría antecedentes de violencia con otra joven. Así mismo esto no fue confirmado por la Justicia.
Es sumamente destacable, ya que este es un claro ejemplo de ello, el gran trabajo de la Justicia local en lo que a violencia de genero se refiere. Hablamos de la Justicia que debe ser, la que entiende que la víctima puede tener razones para no animarse a denunciar, pero que no mira para el costado y trabaja desde la prevención y no desde el juzgamiento.
De todos modos, y siempre aludiendo a la prevención, los pasos judiciales llegan hasta cierto punto ya que lo real es que «no se puede acusar a quien no está acusado por la víctima si éste no hace algo atroz, lamentablemente». Por eso, siempre es importante denunciar.
Si sos victima de violencia de género acudí a la Unidad Judicial más cercana o comunicate con el Polo de la Mujer Córdoba al 0351 – 4481616 – Int. 30641/2. Atienden las 24 hs del día los 365 días del año es gratuito y confiable
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