Luego del cierre de listas, acuerdos y desacuerdos, el ex candidato a Intendente de Despeñaderos y actual Vicepresidente del Departamento Santa María, y hombre cercano a Mario Negri, Iván Ruano publicó en sus redes una dura carta en la que cuestiona el sentido de las peleas y el futuro en “el que el radicalismo está cada vez más chico y las peleas cada vez más grandes” referido a las negociaciones tanto en las mesas provinciales que terminaron con Convergencia de Ramón Mestre y Mario Negri enfrentada a Sumar, de Rodrigo De Loredo y Orlando Arduh entre otros y así en lo local, con internas tanto a nivel Departamento así como en Alta Gracia.
La Carta
“Nos merecemos un radicalismo que tenga voluntad de gobernar”
Pese a las propuestas de integrar distintos cargos en los comités locales y provincial, he decidido no participar, en calidad institucional, en este contexto de renovación de autoridades de la Unión Cívica Radical, impulsado por un sentimiento de profunda decepción.
Mi decisión maduró luego de las numerosaspeleas intestinas entre amigos, colegas y compañeros de ruta con quienes no solo hemos soñado, sino más bien tratado de construir una sociedad mejor, parados siempre en la convicciónde que estábamos dispuestos, preparados y capacitados para gobernar.
Porque para esto estamos y para eso nos acercamos a la política y por sobre todo a nuestro gran Partido: para cambiar al país y a cada rincón de Córdoba. Lo proyectamos desde muy jóvenes, la mayoría de nosotros, mirando hacia adelante y a las viejas generaciones con admiración pero también con la voluntad de cambiar, evolucionar y ser un grupo humano a lo largo y lo ancho del país que pudiera lograr conducir y acompañar a los argentinos hacia un futuro mejor.
Estoy convencido que la palabra renovación no se debe limitar ni a una cuestión generación ni a una simple rotación de cargos, sino a la consciencia de emprender un nuevo rumbo colectivo que responda a objetivos políticos, proyectos de gobierno, de transformaciones y no a viejas mañas disfrazadas de joven rebeldía.
Hoy, en cambio,la UCR es una cáscara vacía generadora de tibios opositores que, ocupados en permanecer y perpetuarse en cargos estáticos que no le cambian la vida a la gente,se olvidaron que el sentido de todo, es trascender lo propio, apuntando a lo colectivo. Y los más jóvenes, no escapan a esa lógica.
En este punto el malestar que, creo, nos llega a todos los afiliados, junto con un sentimiento de tristeza, se genera no solo de la dificultad de promovernuevas formas y nuevos grupos, sino también de la toma de conciencia de que los nuevos dirigentesson impulsados por individualismos y egoísmos que nada tienen que ver con el compromiso con el pueblo.
Los radicales no nos merecemos este partido, egoísta, sin sueños, que va camino al ocaso de las ideas, porque deja desamparados a quienes sí tiene voluntad de gobernar o volver a gobernar.
Ojalá me equivoque y estas peleas internas que, hoy, parecen sin sentido, sean la clave para volver a poner a la UCR en la senda de la construcción de una alternativaseria, real y pragmática de gobierno que pueda lograr la confianza de los electores.
De ser así, seré el primero en acompañar, desde el lugar que me pidan.
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