Federico Der Meguerditchian, integrante de la Consultora Pulso Social y politólogo, dialogó con el equipo periodístico del programa radial matutino «Todo Pasa» de FM 88.9 sobre la carrera de Ciencias Políticas, sus derivados y brindó un análisis post elecciones argentinas.
«Cuando digo a qué me dedico, unos me hacen ´cara de sorpresa´, de no saber qué es o segundo, me dicen ´¡ah!, ¡vos andás bien!´, pensando que los politólogos somos políticos. Si bien hay muchos colegas que estudiaron la disciplina pensando en convertirse en políticos, se sabe que no es exclusiva de la misma. La gran mayoría no hacemos política sino que nos dedicamos a diferentes ramas. En mi caso yo soy consultor, estudio a la sociedad aplicando diferrentes técnicas, cualitativas, cuantitativas. El instrumento que la gente más conoce o consume son las encuestas pero no es el único» explicó el joven. «En la licenciatura se estudia las ciencias políticas como tal, tomando la política, las relaciones de poder y como la sociedad se organiza en torno a ellas, la comunicación política, la economía política» agregó.
El politólogo realizó un balance de este año «superpolítico»: «Para el argentino, como votante, hay que establecer como contexto general, que ha sido un año electoral bastante extenso: en Córdoba hemos ido a las urnas unas 6 veces y ésto hay que revisarlo para la mejora de la calidad democrática. Hay que dar más precisiones con las fechas, que no se expecule con eso, con la distancia entre unas y otras, que no haya tanta entre las PASO y las generales. Los electorados suelen ser bastante estables o tienen actitudes bastante coherentes con lo que se espera. Si pensabas en Argentina en marzo y abril era probable predecir que le iba ser difícil al oficialismo retener el poder por el deterioro de su imagen ante la situación macroeconómica, sobre todo de Alberto (Fernández) y Cristina (Fernández) que no supieron dar respuesta a la sociedad. Faltaba determinar quien sería el verdugo y se pensaba en Juntos por el Cambio que era la opción más racional y que si tenía un triunfo en primera vuelta hubiera ganado. Pero Milei fue la sorpresa en las PASO y reconfiguró todo. La gente no quería que este gobierno continúe, incluso votando a un candidato que si uno analiza sus propuestas, la mayoría de la gente estaba en contra de la dolarización, de las privatizaciones. Pero terminó primando la opción de cambio, el enojo, la ira con el sistema político y canalizó la mayoría d elas voluntades».
Con respecto al gabinete que aparentemente está conformando el presidente electo, el cual dista de lo que se había prometido, «¿hay una traición hacia su electorado?»: «En términos prácticos si la hay. Claramente sus principales propuestas, como cerrar el Banco Central y modificar la matriz económica, las más disruptivas, hoy han adoptado otra dinámica y se encamina a priori a continuar con lo que se venía haciendo. La búsqueda de nuevos endeudamientos, es sostener más de lo mismo que venimos viendo. Y sus referentes de segunda línea que eran voceros durante la campaña, están siendo dejados de lado y se están instalando gente más asociada a la política más tradicional. Sobre si hay una vulneración del contrato electoral, creo que cuenta con una licencia… hace mucho tiempo que en Argentina no ganaba un candidato que prometió sufrimiento: que decía durante 6 meses vamos a tomar medidas drásticas. Incluso en el 2015, Mauricio Macri gana el spring final de las elecciones con consignas hasta progresistas: ´no vamos a sacar las AUH ni las ayudas sociales´. Aquí fue totalmente al revés. Cuenta con una licencia pero hay que ver hasta que punto aguantar su gente el ajuste en puerta».
En relación a los votos de Juan Schiaretti a nivel provincial que evidentemente fueron para Milei, el consultor confirmó: «Hay un fenómeno de estabilidad laboral, el votante cordobés se viene explicando en el clivaje antikirchnerista, cuando hay elecciones de diputados, por ejemplo. El peronismo cordobés se divide entre las propuestas de Hacemos Unidos por Córdoba y la nacional pero siempre con menor número para la segunda. Ante una elección binaria, se inclinan por la propuesta anti k».
Sobre el voto de los pibes de 16 a 18 años, que sorpresivamente emiten mensajes de odio, opinó: «Todas las pocisiones extremas son malas, las sociedades que avanzan se construyen en torno al diálogo y buscan elementos de cohesión que son los que las unen y determinan un rumbo que debe ser discutido también, económico y político. La génesis de ese enojo es que estas ideas progresistas no tienen resultados, terminan siendo consignas solamente: la gente que se quiere ir del país, no se llega a fin de mes. Estas situaciones se están repitiendo en todo el mundo, incluso en Europa».
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