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Festejar sin dañar: La Campaña de Pirotecnia Cero de ADMA

El uso de la pirotecnia sigue siendo una tradición en muchos festejos, pero detrás de su impacto visual y sonoro, se esconde un daño significativo que afecta a nuestra comunidad. Desde animales hasta personas con condiciones neurodivergentes, trae consecuencias muy graves.

Tal como explican Carolina Rogmaloni y Gonzalo Sotocorno, de la Fundación ADMA en dialogo con la 88.9, el problema no radica solo en las molestias momentáneas, sino en los efectos a largo plazo que estos ruidos tienen en seres sensibles.
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«No se trata de prohibir por prohibir, sino de educar y generar conciencia«, afirma. Y es que la pirotecnia afecta a personas con trastornos neurodivergentes, niños pequeños, y adultos mayores. Además, los efectos no solo se limitan a los humanos: los animales, especialmente los perros, sufren de manera considerable, ya sea por el estrés, la ansiedad o incluso por los peligros que los ruidos pueden causarles.

El uso de pirotecnia genera un ruido tan intenso que puede ser aterrador para los animales, quienes no tienen la capacidad de comprender lo que está sucediendo a su alrededor. Esto también afecta a las personas que, aunque no sean tan sensibles a los ruidos, se ven obligadas a soportarlos en fechas que deberían ser de celebración y alegría.

El impacto ambiental también es una realidad: la contaminación auditiva generada por la pirotecnia afecta la calidad de vida de todos los habitantes de una ciudad. Además, muchas veces los residuos de estos artefactos terminan contaminando espacios públicos y naturales.

A pesar de las dificultades para implementar y controlar ordenanzas que prohíban el uso de pirotecnia, lo que realmente hace falta es un cambio de mentalidad en la sociedad. «Es cuestión de educación y empatía», recalca Gonzalo, quien hace hincapié en que el daño no solo ocurre en esos pocos minutos de ruido, sino que se extiende por horas y días.

La concientización y el respeto hacia los demás son fundamentales para que podamos disfrutar de nuestras festividades sin causar daño a quienes nos rodean.

En este sentido, desde Fundación ADMA y otros grupos de protección animal se han dedicado a educar a la comunidad a través de charlas y campañas en redes sociales, buscando difundir el mensaje de que existen alternativas sin ruido para celebrar sin perjudicar a los demás.

Desde la organización invitan a la población a reflexionar sobre el impacto de la pirotecnia en las personas y animales a su alrededor, y proponen alternativas más amigables para estas fechas festivas, como fuegos artificiales sin sonido o actividades más inclusivas que no excluyan a quienes sufren de estos ruidos. «Es fundamental que todos entendamos el daño que causa y tomemos decisiones responsables», concluye Gonzalo.

La clave está en la empatía, el respeto y la educación. Si todos aportamos nuestro granito de arena, podremos construir un futuro más solidario y consciente, donde las celebraciones sean sinónimo de alegría para todos, sin causar sufrimiento innecesario.

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