Ariel Atamañuk se está preparando cada día con más intensidad para llegar de la mejor manera a sus primeros Juegos Paralímpicos, que comenzaran en el mes de agosto en Tokio, Japón.
El misionero radicado en Jesús María, y que representa a la Escuela de Canotaje de Córdoba, pasó por los micrófonos de RESUMEN deportivo en la 88.9. En donde se refirió como es el proceso de entrenamientos faltando pocas semanas para la apertura de los juegos.
“Los entrenamientos se intensifican cada vez más, venimos entrenando muy duro, de lunes a sábados. Los lunes miércoles y viernes doble turno, martes jueves y sábados un turno de agua y uno de gimnasio. En estas semanas que nos quedan de este ciclo de carga van a estar durísimas, un poco más de horas de agua y gimnasio”.
La clasificación de Ariel a Tokio se dio tras ganar el duelo ante Nicolás Crosta, en un selectivo nacional de paracanotaje. El propio Ariel había conseguido la plaza en la Copa del mundo de Hungría.
“Es un orgullo enorme participar en mis primero juegos, cuando uno empieza un deporte siempre busca referencia, referentes del deporte y después todo lo que puede llegar a participar y lo que se puede llegar a dar, pero uno nunca se imagina que los juegos paralímpicos. Es lo máximo que hay y como deportista quiero estar y la verdad que nos pudimos meter en un ciclo entre rio y Tokio que ya pudimos entrar con tres años y medio en el canotaje. Es la sensación más linda, es un orgullo enorme de representar al país, de ponerte la camiseta y escuchar tu nombre cada vez que estas en la línea de largada”.
Para Culminar, el clasificado a Tokio, destacó el apoyo de la familia, de su esposa en el este camino tan largo que son los campeonatos previos y los entrenamientos para poder llegar al sueño que son las Olimpiadas.
“Creo que más allá que nosotros nos sacrificamos mucho con los horarios para entrenar, el rol de la familia es muy importante. Mi esposa me banca en todo, cuando puede viajar, lo hace, y cuando no siempre esta apoyándome. Ahí está lo fundamental, más allá de las horas de entrenamiento y de las horas que dedicamos a este deporte, ahí está el otro lado fundamental que es lo familiar, la satisfacción y la alegría llegan después. Yo trato de prepárame de la mejor manera para seguir en este camino intentar lo mejor y poder obtener un buen resultado. Voy a los juegos sin presión sin ponerme una meta o una vara muy alta, más que ya estamos en los juegos, lo importante es la participación y dejar todo en la pista, terminar vacío y si eso alcanza para dar una alegría al país sería genial”.
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