Sociedad

Los fanáticos del automodelismo probaron motores en Alta Gracia

El automovilismo a escala es un hobbie que reúne a un importante grupo de personas que organizan torneos, arman sus autos y comparten la pasión por la competencia y la velocidad. El fin de semana pasado en la pista de seis vías del Alta Gracia Slot, participantes de Mendoza, La Rioja, San Juan, Buenos Aires y varias ciudades de la provincia de Córdoba, compitieron en la quinta fecha del torneo nacional de Slot Car, como se llama la disciplina, pero que la mayoría conoce como Sclextric, por el nombre de una empresa que fue pionera en el rubro.

En nuestra ciudad, la actividad se desarrolla desde hace aproximadamente cinco años y  funciona en un local ubicado en la Avenida del Libertador casi esquina Liniers. Agrupa aproximadamente a 15 personas y en la actualidad están barajando la idea de abrirlo al público que incrementar ese número pero aclaran que más allá que sea un hobby tiene fines competitivos y no recreativos.

Se compite en diferentes categorías y en carreras de 4 minutos o de larga duración por equipos, que pueden extenderse  por varias horas en las que los pilotos se van rotando. Los autos alcanzan una gran velocidad – recorren 50 metros en 3 segundos- y para los que no tienen el ojo entrenado, se hace muy difícil observar una carrera. El talento pasa  por la sensibilidad en los dedos para acelerar y frenar en las curvas complejas para evitar que los autos se despisten o en el peor de los casos golpeen contra las barandas a toda velocidad y se dañe la carrocería.

Recuerdos de la adolescencia

El patrón de identidad que se repite los correderos de Slot Car es que casi todos se acercaron a esta actividad cuando eran niños o adolescentes. Hoy la mayoría de los pilotos supera los 35 años y despliegan con más ahínco aún la pasión que se les despertó en aquellos lejanos años.

Uno de los impulsores  del Slot Car en Alta Gracia es Jorge Testa, que actualmente está jubilado y le explicó a RESUMEN el significado que tiene la actividad para él. “Es un cable a tierra pero además  es un desafío superarte a vos mismo en el armado del auto para que ande mejor. Sin duda que los que venimos acá somos pilotos frustrados”, dice con una sonrisa y agrega: “Pero aunque sea tenemos la posibilidad de competir aunque con autitos de este tipo que andan muy rápido y produce una adrenalina bastante importante. Esa es la pasión que uno tiene”.

Cada piloto tiene su caja de slot que es como una especie de taller en miniatura y como si fueran los boxes en un autódromo, en los laterales de la pista hay mesas en las que trabajan en la puesta a punto de sus máquinas. Allí reparan los motores y acondicionan carrocerías, ruedas y escobillas para cada una de las carreras.

“A través de los años este hobby prácticamente ha mantenido su esencia; los chasis y las carrocerías han evolucionado muchísimo pero los motores usan más o menos la misma bovina que se usaban al principio”, expresa el cordobés Mario Trinchera que tiene 64 años y que además se dedica a la construcción de aviones utlralivianos. Por su parte, el mendocino Roberto Carabajal sostiene que el automovilismo a escala “es un quita stress aunque son muchas  horas de trabajo. Pero es muy lindo tener un pasatiempo y poder compartirlo con amigos de todo el país”.

Por el honor

La pista del Alta Gracia Slot está compuesta de 6 vías y tiene instalada una tecnología con sensores que cuentan las vueltas y los tiempos de cada uno de los pilotos. Cada resultado se va reflejando en las pantallas que hay en el local. La clasificación se realiza de a un piloto a la vez, después se arman las series donde se juntan los competidores que han realizado los mejores tiempos.

Cada serie dura 24 minutos y se divide en 4 de carrera por  vía con 2 minutos de descanso donde se puede reparar el auto. Es decir, los pilotos tienen que pasar por cada una de las vías que están identificadas con colores y en donde cada auto tiene un stiker del color de la vía donde está corriendo. Además, están los “curveros” que son las personas que colaboran y que se ubican en lugares estratégicos de la pista. Ellos se encargan de ver el color del auto y ponerlo en la vía que corresponde cuando un auto se despista.

El premio para el ganador es un trofeo, el aplauso de todos y tener el honor de haber competido y de haber pasado un tiempo con amigos que comparte el mismo entusiasmo por el automovilismo a escala.

Los costos del Slot Car

Cualquiera que desee comenzar en la actividad del automodelismo competitivos deberá tener en cuenta que lo más costosos es el pulsador es lo más costoso que depende la calidad ronda aproximadamente los 5 mil pesos.

En cuanto al precio de un auto de la categoría estándar la cifra es entre 2 500 y 3.000 pesos. Los más sofisticados pueden llegar a los 4 500 pesos. Además, hay que sumarle el kit con repuestos, por lo que para empezar a correr se debe invertir aproximadamente entre 10 y 12 mil pesos.

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