A Graciela se le ponen los ojos vidriosos cada vez que habla de Olivia, su nieta. Su mirada denota el amor incondicional que siente por ella y también la impotencia de no poder tenerla nuevamente a su lado.
La niña tiene ya seis años y es la hija de Aydee Palavecino, la joven estudiante de magisterio asesinada por Facundo Giménez, su expareja y papá de Olivia en el año 2019. Su habitación está tal cual ella la dejó hace seis meses atrás, la última vez que estuvo en Anisacate, en la casa de Graciela -su casa-, la única que conoció desde que nació.
Desde el mes de febrero, y por una decisión inentendible de la Justicia, Olivia vive en la casa de su tia Andrea, hermana de Aydee, en la localidad de Laborde. Graciela asegura que no hubo un argumento solido por parte de la Jueza para quitarle la tenencia de Olivia y siente que está de brazos cruzados.
«Hasta los tres años tuve la guarda total de Olivia y después mí hija Andrea junto a mí yerno quisieron ponerse también y desde entonces tenemos guarda compartida. Ellos decían que era por más seguridad, por si a mi me llegaba a pasar algo para que Olivia no quedara a la deriva y yo acepté. Nunca me imaginé que me harían esto», explicó Graciela.
Graciela y Olivia vivieron un tiempo en Laborde. «Acá no había trabajo y quería estar acompañada de mí hija», agregó la mujer. Cuando la mujer dispuso regresar a Anisacate junto a su nieta, empezaron las trabas y obstáculos que terminaron separándola de la niña.
«Anotaron a Olivia a la escuela en Laborde, yo pedí el pase a Anisacate porque esta es su casa, la única casa que siempre tuvo y me enviaron una citación judicial pidiendo la guarda definitiva de Olivia. Mí propia hija dijo mentiras ante la Justicia para quedarse con la niña, nunca entendí porque me hacen esto, yo estoy bien, estoy sana, no estoy incapacitada para tenerla a Olivia y no voy a parar hasta que regrese conmigo».
«No escuchan a la niña, ella quiere regresar a su casa, donde su mamá la dejó. Ella ama a su tía pero su casa es en Anisacate junto a su abuela. Ahora nos dicen que tenemos que esperar, mientras a Olivia ni siquiera la dejan hablar en privado conmigo, hay cosas que no le puedo decir. Pareciera que le quieren borrar su historia, su vida acá en Anisacate», sostuvo Graciela, quien sin duda vive una situación doblemente dolorosa ya que por un lado siente que está perdiendo a Olivia y, por el otro, jamás pensó en enfrentarse a su propia hija en la Justicia.
«Con Andrea no puedo hablar, ella y su marido tenian todo planeado para quedarse con Olivia, recién hoy lo veo así pero en el cementerio le prometí a mí hija Aydee que iba a cuidar a su hija hasta el último día de mí vida y así va a ser. No voy a parar hasta que regrese conmigo», culminó.
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