Con 45 años de edad, y 30 sirviendo en los Bomberos Voluntarios de Alta Gracia, David Olivera se muestra tal cual es: simple y con una profunda vocación de servicio. Este mes el bombero en actividad más antiguo del cuartel cumple su 30 aniversario y simplemente se limita a decir que “no es tan sacrificado y solo es cuestión de pensar que está para ayudar a los demás”.
En diálogo con RESUMEN, David cuenta que su amor por los bomberos comenzó cuando era niño y lo confirmó en la adolescencia. Tras una visita que realizaron a su casa para llevar a cabo un trabajo decidió anotarse y comenzar, y así lo hizo con una profunda pasión y de manera ininterrumpida hasta hoy. “Ser bombero te permite hacer tu vida normalmente; si bien hay cosas que tenés que sacrificar te reconforta cuando ayudás a salvar una vida en un accidente o combatís un fuego” sostiene Olivera. Tres accidentes graves en su haber ocurridos mientras estaba en servicio parecen no haberlo amedrentado, ya que los comenta como un hecho menor que no hizo temblar sus ganas de seguir adelante.
LOS JóVENES DEBEN ANIMARSE
“Los jóvenes deben animarse, se hace un grupo hermoso de gente, un gran compañerismo porque compartimos la misma necesidad: ayudar” declaró. El cuerpo de bomberos posee hoy 100 personas trabajando y se brindan cursos de capacitación frecuentemente. Al consultarle si son los mejores preparados del departamento, Olivera resume que cada uno en su localidad tiene un perfeccionamiento diferente de acuerdo al riego que exista en el lugar; en Alta Gracia la accidentología es el fuerte ya que “hay 5 rutas que proteger”.
HISTORIAS QUE MARCAN
No existe una historia en particular que haya marcado su carrera, sin embargo hay una experiencia, la primera, que recuerda como si fuera hoy. “Mi bautismo fue ayudar una persona en la Iglesia de la Merced que tenía fractura expuesta; en ese momento no había servicio de emergencias como ahora y nosotros debíamos socorrer cuando ocurrían accidentes en la vía pública, fue muy impactante para mi, era muy chico todavía”. Con un marcado deber y responsabilidad, David Olivera no hace altos para festejar su aniversario, ya que considera que ser bombero es una necesidad íntima que obliga a contribuir para otorgar un servicio a la sociedad. Y vaya si lo cumple.
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