El caso de Florencia no es único ni peculiar. Sin embargo, causa impotencia el pensar que «nadie» pueda ayudarla a recuperar aquello que le pertenece.
A esta joven vecina de Alta Gracia, le llevaron «en un día, el trabajo de años». Así lo describe ella misma cuando- casi al borde de las lágrimas-, le explicaba a RESUMEN la trampa en la que había caído al comprar un vehículo usado.
«Nos contactamos por Facebook y nos juntamos en la shell para ver el auto. Me gustó, lo llevamos al mecánico y me dijo que lo vendía a 800 mil pesos pero al final arreglamos en 830 mil porque él se hacía cargo del gasto de la Municipalidad», inició la joven, refiriéndose al vendedor y continúo: «sacamos turno en el registro y el día que fuimos él dijo que se había olvidado la verificación. Yo nunca sospeché nada, para mí estaba haciendo todo legal, incluso todo estaba a su nombre».
Lo que vino después fue la decepción. Florencia decidió sacar un turno por su cuenta para la verificación y allí se dio con que nada era lo que parecía.
«Yo saque otro turno para la verificación porque el que él tenía era para hacer en San Agustín. Antes, le pagué los 830 mil pesos y no le hice firmar ni un boleto de compra y venta, ni nada. Después cuando fui a hacer la verificación me encuentro con que era un auto adulterado y por poco no quedó detenida yo», contó la joven.
Desesperada por la situación, la mujer fue a reclamarle al vendedor del vehículo y éste «como si nada», dijo desconocer el estado del rodado a la vez que le dejó claro que ya no podía devolverle el dinero porque lo había invertido en otro vehículo.
«Se compró un C4 y como si nada me dijo que él no me podía devolver la plata. Prácticamente le rogué que lo hiciera porque me sacrifiqué mucho por ese vehículo y era lo único que tenía. Ahora me recomiendan que ni siquiera me acerque a él porque puede hacerme una denuncia. Es de no creer, yo perdí todo y él anda como si nada», agregó la joven a la vez que afirmó que ya radicó una denuncia penal.
Florencia es empleada doméstica y debió vender su moto y su auto para poder comprar este Renault Clio que terminó siendo un fiasco. «Yo trabajo en dos lugares, de 7 de la mañana y a veces hasta las 2 de la mañana. No sólo me quedé sin nada sino que tengo deudas porque también pedí plata prestada para poder llegar al monto que este tipo me pedía. Estoy muy mal».
Varios antecedentes
Cuando Florencia expuso su caso a través de las redes sociales, según dijo, se dio con que se trataba de una persona «conocida» por hacer ese tipo estafas. Se trata de un reconocido comerciante de la ciudad.
«Vi que había estafado a un monton de gente con celulares e incluso a otro chico le había hecho lo mismo con un auto. Si sabía eso antes obvio que no hacía ningún trato. Se que mi error fue confiar y no hacerle firmar nada pero ni siquiera se me pasó por la cabeza que podía ser una estafa», añadió.
La Justicia le da pocas chances
Sólo para tomar el caso, los abogados le piden entre 50 y 80 mil pesos. Esto, sin garantía alguna ya que la víctima prácticamente no tiene documentos que la respalden y responsabilicen al signado por la gran estafa. Incluso, y tras diferentes consultas, entendió que ella misma podría haber quedado involucrada en la causa sospechada de encubrimiento, por haber seguido adelante con la transferencia sin disponer antes de una verificación del mismo.
«Todavía no entiendo cómo este auto que tenía diferentes dominios y hasta tarjeta verde original, andaba en la calle como si nada. Se que él lo uso mucho tiempo por eso se que no es inocente y sabía bien lo que estaba haciendo. Lamentablemente este tipo se llevó en un día mi trabajo de años. Si me levanto todos los días es porque no quiero ver a mis padres mal, pero yo ya no tengo ganas de nada», añadió.
¿Y el auto?
Por dichos de la víctima, el denunciado está «bien asesorado por el mismo abogado del Municipio» y aún no pueden relacionarlo directamente con la ilegalidad del auto. Mientras tanto, el mismo ya fue incautado.
«No me queda más que hace público esto para que no le pase lo mismo a otras personas», culminó la damnificada.
Comentarios: