En el universo de los escándalos del espectáculo argentino, hay historias que parecen no agotarse. El triángulo amoroso entre Wanda Nara, Mauro Icardi y la China Suárez es una de ellas. Sin embargo, un nuevo capítulo ha añadido combustible al fuego: un video de TikTok donde la actriz aparece haciendo el gesto de “cuernitos”. Una acción simple, casi imperceptible, en medio de la coreografía de una canción, pero que en este contexto desbordante de tensiones e insinuaciones, resultó explosivo.
El video, que rápidamente se volvió viral con miles de vistas en apenas unas horas, mostraba a la China bailando de forma relajada y desafiante. El gesto de los “cuernitos”, interpretado por muchos como una provocación directa a Wanda, se convirtió en el punto focal del clip. La locación no es menos significativa: Suárez aparece en lo que varios usuarios han identificado como “la casa de los sueños” que la empresaria quiso comprar con Icardi tiempo atrás.
“La China desde la casa de los sueños de Wanda le manda cuernitos”, escribieron desde la cuenta del Ejército de LAM, donde cosecharon un sinfín de opiniones por parte de sus seguidores. “Todo vuelve”; “Qué lindo va a ser cuando le caiga el karma”; “Cero personalidad”; “Es una mina grande”; “Mmmm esto no termina bien chiquis…”, fueron algunos de los comentarios que se destacaron con el correr de las horas.
Pero este video es solo la última pieza de un rompecabezas más grande, un capítulo reciente en una novela que comenzó en 2021, cuando se desató el escándalo entre las tres figuras. La historia se remonta a aquel año, cuando Nara descubrió que su marido y padre de sus dos hijas, Francesca e Isabella, le fue infiel con la actriz en un hotel que ella frecuentaba en París. El escándalo fue explosivo: la modelo y el futbolista protagonizaron una separación breve pero intensa, llena de indirectas públicas, lágrimas en televisión y reconciliaciones que no hicieron más que alimentar los rumores.
El tiempo pasó, pero las heridas no cerraron. En 2024, finalmente Wanda decidió poner punto final a su matrimonio. Para entonces, la conductora comenzó un breve y controvertido romance con el cantante L-Gante, un giro inesperado que también ocupó las portadas de los medios. Sin embargo, aquel idilio terminó hace apenas unos días, dejando a la presentadora nuevamente en el ojo de la tormenta.
Con este nuevo episodio, el escándalo se volvió a encender. El video de los “cuernitos”, que muchos interpretaron como una provocación deliberada, fue el catalizador de una nueva ola de discusiones en redes. Pero más allá de los gestos y las publicaciones, lo que queda al descubierto es un conflicto que trasciende las plataformas digitales y se convierte en un símbolo de las pasiones, traiciones y desaires que alimentan esta novela que está lejos de terminar.
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