Con la presencia del secretario de obras públicas, Héctor Bupo, y del arquitecto a cargo de la restauración por parte del Estudio, se mostrarón imágenes de como quedaría de aprobarse el proyecto y conseguirse los fondos para realizar la obra: «En primer lugar nos pidieron arquitectura sin barreras, luego se busco transformar una sala de 1300 butacas a una con capacidades menores, la transformaremos en otra con tres opciones, acondicionados con las capacidades desde la seguridad y las necesidades para tener 500, 350 o 200/100 butacas, dependiendo del evento», puntualizó el arquitecto Gazal.
Según el arquitecto, el costo rondaría los 25 millones de pesos como presupuesto total a marzo de este año. Al respecto el intendente Torres indicó que una obra de esta envergadura sería imposible de afrontar solo con fondos propios, por lo que dependen de la financiación que pueda obtenerse desde la Provincia.
Desde el Estudio consignaron la calidad de la construcción, con una cúpula que se conserva en buen estado y un reboque refractario en los techos que fue analizado químicamente en un laboratorio de Buenos Aires y permite una acústica de gran calidad.
El objetivo sería conservar la estética típica del lugar, pero modernizarlo con tecnología del siglo XXI. Consultado por concejales sobre el estado de deterioro de la edificación, el arquitecto manifestó que las humedades generadas en el techo han dañado canaletas y las placas de fibrocemento. Todos problemas solubles y que no impedirían la restauración.
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