La mañana del 26 de marzo de 2018, la localidad de Despeñaderos no salía de la conmoción por lo ocurrido en la vivienda de una pareja de policías de la zona. El Sargento 1º José Adrián Contreras había asesinado a su pareja y madre de su hija, la Oficial Deolinda Díaz y, tras esto, había huido a bordo de su vehículo Ford K.
El cuerpo de la uniformada fue encontrado flotando en la pileta de la casa de calle San Juan al 100. Aunque a posterior las pericias confirmarían que la mujer había sido estrangulada.
Esa misma madrugada, el homicida había advertido a la Policía mediante un llamado telefónico, que había asesinado a su pareja y que no quería ir preso. En su comunicación, dejó asentado que se iba a quitar la vida y que en la vivienda había dejado durmiendo a la pequeña de dos años.
Efectivamente y tras horas de búsqueda, el cuerpo del Sargento Contreras fue hallado sin vida dentro de su vehículo, en un campo cercano a Falda del Carmen. Se había quitado la vida con su arma reglamentaria. En el caso intervino la Senaf, quienes entregaron a la pequeña víctima del extremo caso de Violencia de Género, a un familiar directo.
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