Silvana lleva casi 35 años en la escuela y es profesora de educación psicomotriz, mientras que Adriana es psicopedagoga, y ambas han trabajado más de 30 años en el Instituto Especial Paulina Domínguez. Luego de tanto tiempo de dedicación y trabajo con sus alumnos, hoy se jubilan, pero las experiencias en la escuela las acompañarán toda su vida.
“La educación especial es una alternativa educativa para cualquier niño que necesite ayuda en algún momento en su vida, con o sin discapacidad”, expresó Silvana. Por su parte, Adriana agregó: “Poder transmitir lo que hace la escuela Paulina Domínguez es muy lindo y muy importante. Si hay algo que tenemos en común es representar a nuestra escuela sobre todo, y eso siempre nos ha unido”.
Algo en lo que ambas docentes coincidieron es que en el ámbito de la educación no hay forma de trabajar si no es con el otro y en equipo. “Hacemos seguimiento y orientación en otras escuelas, y siempre hablamos con otros colegas. Los docentes en todos los ámbitos recurrimos a un montón de recursos para que los chicos aprendan”.
Luego de tantos años de experiencias y eventos compartidos, las profesionales explicaron que todas están relacionadas con el afecto. “Han sido vivencias intensas pero siempre agradecidas de ver el progreso en los estudiantes. Queremos agradecer a la escuela, a nuestras familias, que siempre nos han apoyado. Siempre la escuela ha rescatado las capacidades de los estudiantes más allá de las resoluciones. Paulina es un viaje de ida. Somos unas privilegiadas por haber transitado tantos años de profesión dentro de una misma institución”, expresaron.
Por otro lado, recordaron que la escuela, a pesar de recibir aportes del Estado, es una institución privada, y que están realizando una campaña para sumar socios que quieran colaborar. En las redes de la escuela hay un teléfono para comunicarse y hacerse socio para poder realizar un aporte económico mensual para contribuir con el mantenimiento de la escuela.
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