Mariela Campo tiene un taller de pintura en barrio Caferata. «Nuestros talleres son más bien como una terapia» afirma. Entre mates y charlas, este grupo de pintura lleva años juntándose. Al taller de Mariela se sumó Paola, que daba tejido.
Un día Paola tuvo que viajar. Pero antes le pidieron que les enseñe a unir cuadraditos tejidos. Y así fue como en tres semanas, «el grupo de los viernes» entre mates, risas y charlas, las chicas del taller, más otras que se iban sumando, lograron entregar al Hospital Illia trece frazaditas para bebés. Contaron con ayuda interna del nosocomio: una amiga que trabaja adentro tomó las medidas de las cunas de los bebés internados.
Mariela está contenta y satisfecha con el resultado, porque fue espontáneo y dio sus frutos. Planean organizarlo con más tiempo y seguir ayudando en el futuro.
Comenta que la gente siguió entregando cuadraditos tejidos, pero que los guardarán hasta el año que viene para, con mayor organización y tiempo, donar las frazadas a un geriátrico de Despeñaderos.
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