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«Con todas las pruebas que hay, creo que fue él»

Dice que se siente apoyada tanto por su familia como por la de su pareja. Sin embargo no para de repetir “todavía estamos schockeados, no podemos creer que sea cierto”. Desde hace siete años está junto a Héctor Gómez, y tienen un hijo de un año y cuatro meses. Si bien afirma que pasó días sin comer ni dormir pensando que él no era el autor del homicidio y que se trataba de “una cama”, luego concluyó: “con todas las pruebas que hay, creo que fue él”.

Recién este jueves el detenido podía recibir visitas, e iba a ser el hermano quien se acercara hasta Bouwer; sin embargo, Eduardo Alcides Gómez (23) fue detenido antes («No lo dejamos llegar», contaron fuentes policiales) e imputado de «Encubrimiento agravado», porque habría sido quien escondió algunas pertenencias de la víctima.  “No lo he visto más, no se nada de él”, cuenta; y resalta que se vinieron de Santa Fe con la esperanza de estar más tranquilos porque allá -paradójicamente- había mucha inseguridad.

Convivir con el asesino
“El viernes vino todo rasguñado, le pregunté qué le había pasado y me dijo que se quemó con la soldadora. Llegó más tarde además (entre las 21:30 y las 22 hs) y me dijo que el colectivo iba lleno y por eso no paró. Yo le creí, no tenía motivos para dudar. Ya había venido con raspones y quemaduras otras veces en los brazos por la soldadora”, cuenta en relación al día en que se habría producido el crimen en el consultorio de la profesional ubicado en Av. del Libertador al 1000.

“Él se iba a las cinco de la mañana y volvía a las 20 hs. Apenas llegaba, se ponía a jugar en el piso con el nene. Los fines de semana sacábamos a nuestro hijo a pasear y levantábamos ladrillo a ladrillo nuestra casa”, relata buscando encontrar una explicación a esta doble personalidad de quien ella creía conocer tanto. Sin embargo, al profundizar sobre su personalidad, manifestó que cuando tenía 13 años una máquina le cortó algunos dedos de la mano y que le había quedado un trauma importante. Iba al psicólogo “pero no hablaba, era reservado, no tenía amigos y quiso matarse dos o tres veces. Suponemos que eso puede haber sido lo que ocasionó ésto…no sé, no lo entiendo”, contó.

Micaela lo denunció. Encontró un pendrive y un celular en el baúl donde guardaban herramientas el miércoles 23 de mayo, un día después que había visto en las noticias del brutal homicidio. “En el pendrive había fotos y el nombre de la odontóloga. Lo hablé con mi mamá, luego con mi papá, quien me contó que había renunciado al trabajo. No lo dudé, lo hice por mi hijo”, finaliza.

La causa continúa

Más allá del testimonio de la mujer, de la detención de Héctor Gómez (su marido) como supuesto autor del aberrante hecho y de la reciente aprehención de su hermano por «Encubrimiento agravado», las investigaciones continúan, y en los pasillos del ámbito judicial se escucha que «podría haber más detenciones».

La semana que viene será traído desde Bouwer a declarar y en pocos días se conocerán los resultados del ADN.

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