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«Trabajamos para tratar de mantener el orden pero no hay un compromiso social»

Lo dijo el jefe comunal de Potrero de Garay tras la carta que recibió de un vecino, que lo acusaba de "inacción". Lejos de decir que no son una realidad, Martínez aseguró que realizan controles pero que "se hace complicado mantener el orden dado la cantidad de jóvenes que se juntan en estas fiestas". Además, sugirió mayores controles en las rutas.

Ayer se hizo pública una carta que un vecino de Potrero de Garay le escribió al jefe comunal, Gerardo Martínez, expresando su enojo y descontento con el accionar de la comuna para poner freno a las fiestas que se desarrollan en el dique. Semana tras semana se desarrollan juntadas multitudinarias a la vera del lago, tanto de día como de noche, con música fuerte y alcohol. «Hace tres días que voy al lago temprano para hacer mis ejercicios y el panorama es LAMENTABLE. Autos por todos lados con la música tronando, RÍOS DE ALCOHOL, en todas sus formas» se expresaba el vecino en la carta.

Ante esto, Gerardo Martínez dialogó con el programa radial «Todo Pasa»: «La carta del vecino en parte tiene razón. Las fiestas clandestinas que tenemos en la localidad son verdad, no las vamos a desmentir. Nosotros venimos con la Policía y la asesoría de la Comuna para tratar de controlar estas fiestas. Se hace complicado poder mantener el orden dado la cantidad de jóvenes que se juntan en estas fiestas». Consultado por la manera de poder controlarlo desde otros niveles del Estado, Martínez dijo: «Planteamos un mayor control de la Policía Caminera». 

«Nosotros trabajamos para tratar de mantenerlos en orden pero no hay un compromiso social»

A su vez, Martínez afirmó que solicitaron colaboración a la Policía con más móviles, «pero la mayoría de las localidades tienen la misma problemática que nosotros». En tanto, apuntó también a jefes comunales de la zona que, según dijo, tienen hijos que participan de estas fiestas clandestinas.

El jefe comunal de Potrero de Garay no pasó por alto la importancia de la seguridad de quienes concurren a estas fiestas clandestinas: «Nosotros contamos con dos ambulancias, una que está en reparación. Pero si en estas fiestas que tenemos 250 personas hay una riña o cae un chico descompuesto por el alcohol, tenemos tres casos y tenemos una sola ambulancia. ¿Qué hacemos con las otras tres personas que se quedan en la vía pública? La culpa va a ser de la Comuna porque no actuó pero cuando pasamos pidiendo que se retiren también pasamos a ser malos para los jóvenes».

Finalmente, Martínez opinó: «Los controles no son efectivos y por eso considero que se tienen que habilitar los lugares con las condiciones de seguridad. Estos jóvenes tienen que tener un punto de encuentro, lo están pidiendo». 

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