El jueves pasado, en la víspera de su cumpleaños, el ex Concejal Roberto Brunengo cumplió con su vocación de gran operador y organizó un asado en su quincho para apostar a la unidad de radicalismo, frente a la inminente presentación de listas.
Los comensales, según la información brindada a Resumen, fueron por un lado los referentes de la misma línea del armado 2019, Germán Rodríguez, Amalia Vagni y el propio Brunengo. Ausente, sin invitación, el Presidente del Partido, Omar Allende.
De la vereda de enfrente, en representación del mestrismo, la Legisladora Marisa Carrillo, y los armadores del núcleo Compromiso y Renovación: Martín Barrionuevo, Maximiliano Capdevila y Marcelo Alisio.
Si bien, como ya es historia conocida, el radicalismo a menudo baraja y da de nuevo con sus amistades y alianzas, desde hace más de un año estos dos grupos no encuentran compatibilidad. Pero mientras Compromiso y Renovación, apoyado por la Legisladora muestra unidad, visibilidad, actividades políticas y sociales, el frente que acompañó (solo en la lista) a Leandro Morer, marca ciertos síntomas de impaciencia, quebraduras y su cohesión está más expuesta a las contradicciones de las tensiones provinciales.
El 8 de febrero se deben presentar las listas para la eventual interna. Desde Compromiso y Renovación no dudan que así será y se muestran convencidos de que la única forma de volverse competitivos contra el peronismo, es un buen cambio de aire y de plantel.
En realidad, en términos de ellos mismos y entre dientes, la solución es apartar ya a “los dinosaurios de siempre” y representantes de un política que no va más.
Preocupado por evitar la interna, Roberto Brunengo quien siempre se asignó el mérito de ser el creador de la súperfórmula Morer- Vagni (tanto que la anunció el antes que sus integrantes) y de las PASO, sintió que su rol como operador de la conciliación era indispensable.
Motu proprio o mandado por alguna autoridad provincial o por sus correligionarios, Brunengo abrió las puertas de su quincho para la tertulia de la amistad.
Alguien tal vez debe haber hecho alusión a las elecciones de septiembre de 2019 y del supuesto rol funcional a Marcos Torres cumplido por Martín Barrionuevo y Maximiliano Capdevila, luego que fueran apartados de las listas y de las mesas de Ag Crece. Es más, luego que el mismo Brunengo pusiera el apartamiento de Barrionuevo como una de las condiciones del armado.
Así que, entre un corte de carne y otro, desde sector de Alisio, Barrionuevo y Capdevila se revivió esa polémica alianza subterránea que AG Crece habría mantenido con Walter Saieg; un político que Brunengo se cansó de criticar y a quien enfrentó en las Provinciales de mayo 2019.
El aislamiento, la pandemia, un año de escasa participación, el fin de su labor legislativa y de su vidriera permanente podría ser la causa de la pérdida de diplomacia del ex Concejal quien habría sacado a la calle de muy malo modo a sus invitados, sin ni siquiera llegar al postre. Ni hablar de un acuerdo.
A pocas semanas de una interna que tanto Vagni, así como Brunengo y Rodríguez quieren evitar, las negociaciones con el nuevo y creciente sector de jóvenes (y no tanto) y nuevos postulantes, se hacen más difíciles.
Tan tensas que, justamente quien debería poner el consenso sobre la tabla del asado, termina echándolos a todos de la casa.
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