
Tal como se había anunciado, durante la mañana de hoy se realizó el remate de motocicletas en el Salón Guevara de la Terminal de Ómnibus. Asistieron cerca de 3000 personas, en su mayoría, de otras ciudades.
Distinto a lo que muchos suponían, el promedio de venta de cada moto fue de $4000, con un techo en algunos casos, de más de $7000. El monto alcanzado en la subasta es de aproximadamente $150 mil.
«Ha venido mucho público y la subasta ha superado las expectativas. El ingreso, tal como se dijo, será utilizado para mejorar la flota de vehículos de Desarrollo Social», afirmó el Secretario de Servicios Públicos Roberto Urreta, y agregó: «Todavía no hay fecha del próximo remate, vamos a seguir haciendo los trámites en Buenos Aires. Para darle transparencia se ha rematado de a una», finalizó.
Si bien el clima fue el de tensión lógica que se vive en cualquier remate, hubo algunos sobresaltos en el exterior del salón con personas que aseguraron que había lotes que no se habían rematado y decidieron irse sin participar. Además, insistieron que en el remate se hicieron presentes «levantamanos» que engordaron el valor de la subasta. Otro caso también fue el de una mujer que aseguró haber querido recuperar la motocicleta de su hijo y que el municipio no le brindó en su momento las posibilidades de hacerlo.
Sobre estos temas, tanto Urreta, como el Asesor Letrado de la Municipalidad, Daniel Villar, aseguraron que el procedimiento fue «impecable» y que la decepción puede haber venido sobre la expectativa que mucha gente se hizo de adquirir las motocicletas «sólo con el valor de la base, es decir, $400».
Los funcionarios presentes, incluyendo el vice Intendente a cargo del Ejecutivo, Facundo Torres, no pudieron disimular su sorpresa y alegría por la multitudinaria cantidad de gente presente.
Sobre el tema, Torres parafraseó la frase utilizada en las pautas publicitarias, y afirmó: «Estoy muy contento, porque convertimos algo que significaba un problema para el municipio en una solución».
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