El Día de la Pediatría fue instituido en el año 1973, durante el Congreso Mundial de Pediatría celebrado en Argentina, en conmemoración de la fundación de la Sociedad Argentina de Pediatría, que nació en 1911. En homenaje a su día, Todo Pasa dialogó con Sylvia Araya, médica pediatra de Alta Gracia, donde hizo referencia a los motivos que la llevaron a estudiar medicina y seguir esta especialidad.
“Desde los 5 años ya sabía que quería ser médica. Con los años fui viendo otras opciones, pero sentí que el camino correcto era la medicina. El ser humano es una maravilla, y prefería estudiar mucho sobre algo que realmente me gustase. Con respecto a la especialidad, la afinidad con los niños fue fundamental para la elección de mi carrera. El poder acompañar al ser humano en las primeras etapas del desarrollo es lo más lindo, además del trabajo con la familia”, relató la profesional.
Sylvia nació en Río Tercero, donde cursó los tres niveles de la educación obligatoria. Una vez terminado el secundario, se trasladó a Córdoba a estudiar medicina en la Universidad Nacional. “Al momento de rendir para hacer la residencia, elegí el Hospital de Niños. Allí recibíamos muchas derivaciones, incluso del resto del país. El entrenamiento fue muy intensivo”.
La especialista en niños comentó que uno de los momentos cruciales en su carrera, fue justamente la etapa de residencias, donde vivió muchas situaciones que la llevaron a forjar cierto temple al momento de tener que tratar con los más pequeños y sus familias. “Siento que una de las partes muy duras, es la residencia, precisamente en el Hospital de Niños. Justamente en el segundo año atendíamos en el pabellón de oncológicos. Un niño con cáncer es algo muy duro para sobrellevar. No teníamos una contención emocional, cada uno estaba a mil con sus cosas y se las arreglaba como podía. Para mí en ese momento, la fe y el sentido de trascendencia, fueron cruciales y son lo que me ha sostenido”. Dentro de sus referentes hubo gente muy valiosa para ella, como el Dr. Díaz y el Dr. Almada. “Hay gente con la que me fui formando en cada etapa que ha sido muy importante”.
Durante sus primeros años como médica pediatra, trabajó en la reconocida Clínica del Sol. Posteriormente, se radicó en el Sur, más precisamente, en Villa Regina. Allí estuvo 5 años. Finalmente, decidió volver a la provincia de Córdoba, y eligió Alta Gracia como su hogar. “Es lindo estar en una ciudad chica, donde todos nos tratamos y nos conocemos”, expresó Sylvia.
Luego de 30 años de ejercicio de esta profesión, la pediatra expresó, a manera de cierre, qué es lo que le ha dejado esta carrera y cuales son los momentos más preciados al momento de atender a sus pacientes. “Lo que hago, lo hago con mucho amor y hay mucha experiencia detrás. La carrera en sí es maravillosa, en todas sus etapas. El reconocimiento y el amor que brindan los pacientes y los familiares es muy reconfortante. Estadísticamente, en muchos lugares de Argentina están sin pediatras, porque es una especialidad muy abnegada y no es tan reconocida económicamente. Yo la recomiendo. La sonrisa, el brillo en los ojos de los bebés cuando te reconocen, es hermoso. Estoy muy agradecida”.










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