Colectividades

La gran feria cultural y gastronómica del Encuentro Anual de Colectividades

“Lo que recuerdo de mi primera vez en Colectividades, es haber podido disfrutar de los distintos stands de comidas típicas”, relató Abel Pintos en la conferencia previa al show de lunes 5. Dos días después Cristian “ El Loco” Amato, en el mismo marco, afirmó “ Me encantaría probar todo tipo de comida, sobre todo las más exóticas”.
Frases como estas, pronunciadas por la mayoría de los grandes artistas que suben al escenario Milo Morcillo, nos hacen recordar que la estrella de la Fiesta es la gastronomía. La gente ingresa al predio para disfrutar justamente de la variedad de los platos y todo la cultura que ellos representan; quien busca recordar a sus ancestros, o quien prueba, sin viajar, comidas de países lejanos.

Placer para los ojos
Muchas de las 24 carpas que participaron este año, optaron por privilegiar el sentido de la vista para atraer a los visitantes; en Alemania, un despliegue de chocolates( de distintos colores, sabores y texturas están dispuestos en un cálido stand de madera. Uruguay y Sudáfrica optaron para exhibir no solo su carnes asadas con distintas técnicas, sino que mucha gente se detiene, noche tras noche y desafiando el calor, para observar cómo se elaboran esos platos, que nunca cansan. Si hay algo que no falta nunca en Colectividades es el Shawarma, un plato tradicional del oriente medio, elaborado con láminas de carne de ternera, pollo o cerdo, cocidas en un asador vertical, y servidas dentro del clásico pan árabe pita junto con lechuga, tomate. Hay varios stands y países que ofrecen ese plato elaborado a la vista; Irak los acompaña además con trajes típicos y bailes en un escenario del que el Shawarma es el protagonista. La fondue de Francia, la paella de España, las pastas y las pizzas de Italia, todos atractivos que alimentan no sólo el gusto. Claro está, que eso no vale para todas las carpas; en varias, la presentación, la elección de las comidas o las vestimentas no se integraban con el espíritu de la Fiesta; lograr una armonía y algo de autenticidad en muchos de los puestos es algo que queda como un desafío pendiente para esta, así como de otras, comisiones.

Comida…y algo más
Entre las carpas, se encuentran varios stands de organizaciones gubernamentales o fundaciones. Por un lado, el espacio de Salud Pública de la Municipalidad con el programa ´Alta Gracia ciudad donante, a favor de la vida´; a través de tareas de sensibilización, busca contarle a todos los visitantes acerca de la donación de órganos y la importancia que tiene ser donante para salvar vidas ante la necesidad de un trasplante. Este stand ofrece la posibilidad de registrarse en el momento como donante a nivel nacional. Además, como ya desde hace unos años, se encuentra la carpa para celíacos que apunta a la inclusión de aquellos que padecen celiaquía y contiene productos aptos para su compra y consumo. Por quinto año consecutivo, la Fundación Natura trabaja con el festival para la reducción del impacto de las emisiones de dióxido de carbono a través de mediciones y acciones de mitigación posteriores al evento (como la reutilización de residuos reciclables). También promueve la reutilización del aceite en las carpas y lleva adelante actividades de concientización sobre el medio ambiente destinadas a niños y sus familias.
Desde el espacio comentan: “Básicamente, lo que hace la Fundación Natura en este evento es darle el sello verde. Estamos tratando de mitigar el impacto ambiental que tiene toda esta fiesta, tanto en los residuos, como en el consumo energético, como en la contaminación sonora, la contaminación lumínica”.

Cultura Viva
A lo largo de las 8 veladas, Julio Incardona, reconocido escultor local se encuentra en la carpa Cultura Viva del Encuentro de Colectividades plasmando, de forma colectiva junto a los visitantes, a la inmortal Mercedes Sosa. Noche tras noche, niños y adultos pueden probar la sensación de crear con arcilla junto al Incardona en una taller al aire libre de lujo. La escultura que quedará como patrimonio de la ciudad, tiene además un valor agregado: todos los artistas principales que pasaron por el Milo Morcillo ya firmaron pequeños ladrillos de arcilla para que se puedan integrar a esa grande obra en homenaje a la virtuosa y cálida voz argentina. Además, en la misma carpa está expuesta una maravillosa colección de máscaras de distintas épocas y continentes, de propiedad del artista y pintor local Matías Factorovich; la mayoría de ellas fueron conseguidas por el mismo Factorovich en el país de origen; alguna datan más de un siglo y prevalecen las de origen americano, pero también hay de África: Ghana, Costa de Marfil y Congo, entre otras.

Curiosidades
Hay detalles que hacen que esa fiesta se vuelva un paseo único. Avispa, joven descendiente marroquí realiza tatuajes con henna 100% natural. Indara invita a los visitantes a sentarse un su pequeña mesa para leer las manos o tirar las cartas de un tarot egipcio. Dos centuriones romanos se sacan selfies con la gente frente a la carpa de Italia. A pocos metros de ahí, Jorge, de la Sociedad Árabes Musulmanes, prepara un café especial mientras explica detalles de la cultura islámica.

Fiestas paralelas
En carpas como la de México, Cuba, Brasil, hay mini escenarios con shows en vivo; en el patio de comida ubicado en España, otro escenario, de dimensiones más notables, dedicado sólo y exclusivamente a los bailes típicos. Para los más chiquitos, un trampolín y un castillo inflable, mientras que en varios puntos del predio pantallas que mostraban lo que sucedía en el escenario principal. Y, como siempre pasa, en las afueras del predio, un paseo a parte, con venta ambulante, carritos y los infaltables y polémicos ponies.

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