En abril del año 2014, el asentamiento 1º de Mayo cumplió 20 años de existencia con nombre propio. Su crecimiento demográfico fue notable en los últimos años y el número de habitantes trepó de 85 a 220 familias.
La zona está ubicada sobre el lado izquierdo de la calle Zabala Ortiz, el canal y el extremo de la calle México, cuyo nombre cambia en ese lugar y se convierte en Calle Pública.
Buena parte de los habitantes cuentan con los servicios elementales: agua, luz y barrido, aunque existen zonas en las que sobreviven de la manera más elemental y casi en el hacinamiento. Los comienzos del asentamiento estuvieron marcados por cortes de ruta y la toma de tierras fiscales; en la actualidad, en cambio, la población se instala de una manera más tranquila. Son muchas las familias que deciden vivir en el sector debido a la imposibilidad de pagar un alquiler y una vez que mejora su situación económica, se mudan a otros lugares.
El 80% de sus habitantes vive de la asignación universal y trabajos, en su mayoría, relacionados a la construcción. Otro dato para destacar, es que cada familia tiene 4 hijos promedio y que casi no hay decersión escolar.
Con respecto a la seguridad, los habitantes del sector aseguran que deben cargar con el histórico prejuicio “de vivir en el asentamiento”, sin embargo, manifiestan que “hay malos y buenos como en todos lados”. Un pequeño recorrido por el barrio plasma la realidad: hay gente con diferentes oficios, jóvenes que están culminando carreras terciarias y universitarias, estudiantes y amas de casa, a pesar de la precaria situación de la mayoría.
Nadie puede negar que en más de una oportunidad hubo hechos de violencia, venta de estupefacientes y robos; aunque son hechos que ocurren por igual en diferentes barrios de la ciudad.
¿Deben irse?
Uno de los temas que preocupa, es el extremo de la calle Pública. Los vecinos del sector aseguran que desde hace algunos meses, son visitados por personas que dicen ser propietarios de los campos colindantes, por lo que “deberían abandonar el lugar, ya que hay fuertes rumores que indican que se estaría por construir un barrio residencial en la zona. Si bien los actores están tratando de llegar a un arreglo salomónico, hasta el momento nada les asegura que puedan continuar allí.
Con respecto a la adquisición legal de las tierras, es importante aclarar que los trámites y peticiones de los habitantes del lugar, se remontan a los inicios del asentamiento.
Hoy existe un acuerdo de colaboración mutua entre la Comisión Nacional de Tierras y la Municipalidad de Alta Gracia que incluye al asentamiento; a pesar de que los beneficiarios aún no fueron informados sobre la regularización dominial del barrio.
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